Brasil vive momentos difíciles por las inudaciones. (foto ansa)
Gobierno declaró a 7 municipios en estado de "calamidad"
RIO DE JANEIRO.- La cifra de muertos por las lluvias en Brasil aumentó a 631, con nuevas precipitaciones y aludes, mientras el gobierno de Dilma Rousseff dispuso que el Ejército asuma el control de las tareas de rescates, ante las críticas de ineficiencia de la población.
En tanto, aumenta el número de huérfanos y el riesgo de epidemias, alertaron autoridades sanitarias.
Tres personas murieron ayer debajo de un alud ocurrido en un área rural próxima a la localidad de Petrópolis, en la región serrana de Rio de Janeiro.
Los tres cuerpos continuaban enterrados mientras unos 70 vecinos de las víctimas permanecían aislados, dado que los helicópteros de rescate no pudieron aterrizar en el lugar del siniestro.
Las lluvias ocurridas este domingo causaron más deslaves y volvió a aumentar el caudal de algunos ríos, en Nova Friburgo, Teresópolis y Petrópolis las tres localidades más afectadas por la tragedia.
En tanto se estima que hay un número importante personas aisladas, sin alimentación, ni agua en decenas de poblados diseminados por las colinas del interior de Rio de Janeiro.
Los más de 500 efectivos del Ejército enviados por la presidenta Dilma Rousseff realizaron algunas operaciones de rescate ayer y hoy, mientras se espera que otros 200 militares arriben el lunes.
Algunas personas criticaron la demora y falta de coordinación de los grupos de socorristas civiles y militares que se desplazaron hasta los 7 municipios afectados, que ayer fueron declarados en estado de "calamidad" por el gobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral.
Ante la falta de eficacia de las operaciones de rescate, el gobierno federal anunció hoy que los militares tomarán el control de las tareas de rescate, en las que también participan Defensa Civil, la policía y bomberos.