Este es el año en el cual se conmemora el 20 aniversario de la disolución de la Unión Soviética. A dos décadas de tal acontecimiento que puso punto final a la guerra fría e hizo que el capitalismo occidental hundiese al ‘bloque socialista’ es útil ir analizando que ha ido pasando con las 15 repúblicas en las que ésta se desintegró.

Hoy abordamos el caso de Turkmenistán, la cual fue una de las más pobres, mediterráneas y despobladas de la URSS, pero que ahora tiene una de las economías que más crece y una de las 4 mayores reservas de gas del planeta.

En inglés al mes de Enero se le escribe como ‘January’ y se le pronuncia como ‘Yanuari’ y en el idioma turkmeno se le dice ‘Yanwar’. Sin embargo, Saparmurat Niyazev, quien en 1991 fundó dicha república y fue su presidente vitalicio hasta morir en el 2006, decidió rebautizar a dicho mes con el propio apelativo que él mismo se había puesto: ‘Türkmenbasy (‘el líder de los turkmenos’).

El, además, cambió los nombres de todos los 7 días de la semana y de todos los 12 meses. Abril (‘Aprel’ en turkmeno) fue cambiado por Gurbansoltan (su mamá) y Septiembre (Sentyabr en turkmeno) por ‘Ruhnama’ (la ‘biblia’ que él escribió y que su estudio era obligatorio en todas las escuelas).

Más del 90% de la población turkmena es musulmana y este libro debía ser leído también en todas las mezquitas junto al Corán (algunos de estos templos fueron destruidos por objetar hacer ello). La ‘Ruhnama’ combina una constante adoración al dios islámico de Niyazev (Alá) con la idea de que hay un pueblo elegido (el de la religión judía en la que nació su esposa Muza), pero éste, en vez de ser el de Israel, es el turkmeno.

‘Türkmenbasy’, quien fomentaba un extremo nacionalismo matizado con religiosidad, había llegado a ser el hombre fuerte de Turkmenistán en 1985 cuando fue nominado primer secretario del ateo Partido Comunista gobernante. En Agosto 1991 él fue uno de los pocos líderes que apoyó el golpe ‘duro’ contra Gorbachov que quiso evitar la desintegración de la Unión Soviética, pero cuando ésta se disolvió ‘Türkmenbasy’ hizo que su propia república se transformase en una autocracia. El mantuvo el régimen de un partido único comunista pero lo renombró como ‘Partido Demócrata’ y le impuso una nueva doctrina que era un guiso ecléctico.

Tal fue su control sobre la sociedad que se prohibió el internet o la difusión de noticias externas o que no pasaran por la censura oficial. Su figura se le encontraba en los billetes y había una gran estatua de él que giraba exactamente junto al sol.

A pesar de este vicioso culto a la personalidad, Occidente no le hizo mayor oposición como tampoco le hace a ninguna de las petro-autocracias aliadas del África o del Medio Oriente. Muchas petroleras, deseosas de poder explotar el oro negro local, ayudaban a traducir y difundir el ‘Ruhnama’.

Al morir hace 4 años Gurbanguly Berdimuhamedow le remplazó en el cargo. El, si bien revirtió el cambio de los meses del año y recortó algunas de las más grandes excentricidades, sigue manteniendo el mismo sistema totalitario.