Curan los dolores reumáticos y neurálgicos, evitan síncopes del corazón, etc.
Tanto la mostaza negra como la blanca son hierbas anuales, de la familia de las Crucíferas, de hasta un metro de altura, que crece silvestre a los lados de los caminos, entre los cultivos y lugares incultos. Son plantas de flores amarillas dispuestas en racimos terminales, pequeñas, que tienen cuatro hojuelas pecioladas en forma de cruz, muy angostas por debajo y de cáliz muy abierto, y por fruto una vaina larga, estrecha, sin pelos, que termina en un cuernecillo y encierra la semilla que es redonda, de color negro castaño y de gusto picante. La mostaza negra recibe también los nombres populares de jenape y ajenabo. Se cultivan, por sus semillas, más que todo en la región mediterránea. En francés estas plantas se llama “Moutardes”. Hay un refrán francés que dice: “La mostaza le sube a la nariz”, cuando una persona comienza a impacientarse, a ponerse brava.
Uso medicinal:
• La harina de las semillas de la mostaza negra se usa en condimentos y medicina.
• La mostaza blanca es buena contra el estreñimiento crónico, como diurético y para las inflamaciones de anginas y la tos, usada en este caso en gargarismos. Sus semillas enteras o molidas son un excelente purgante.
• La mostaza negra tiene las mismas virtudes que la blanca, pero además es antiescorbútica, estimulante, febrífuga, hace buen estómago y es el mejor de todos los revulsivos.
• Las cataplasmas, sinapismos y compresas de harina de mostaza son buenos en todos los casos de inflamación de órganos internos. Curan los dolores reumáticos y neurálgicos, evitan síncopes del corazón y es adecuada en congestiones tanto pulmonares como cerebrales, vértigos, desfallecimiento del corazón, asma, lumbago, ciática, dolores y punzadas de espalda o costado, dolores de muelas y hasta los menstruales. Se usan también en caso de mordeduras de víboras o perros rabiosos, y contra la parálisis.
• El zumo de las hojas se utiliza en forma de fricciones en casos de sarna, tiña y herpes.
• Las hojas cocidas en vino se usan contra la dispepsia.
• El aceite de mostaza con alcohol es aplicado externamente en casos de gota y reumatismo.
• Contra la parálisis de las extremidades, se mezcla vinagre de alhucema con harina de mostaza y se friccionan, al acostarse, las regiones afectadas.
• Moliendo un puñado de semillas y diluyéndolas en agua fría, se preparan los sinapismos que aplicados en la planta de los pies hace bajar la sangre aglomerada en la cabeza, en los pulmones y en el hígado, produciendo alivio.
• Las semillas pulverizadas y mezcladas con rapé, se toman para purgar la cabeza de la reuma haciendo hasta derramar lágrimas.
• Tomando el cocimiento ligero de las semillas, desopila el hígado y el bazo, aclara la voz enronquecida, quita los resfriados del pecho y deshace las piedras de la vejiga.
• Del humo de las semillas huyen las sabandijas y animales ponzoñosos, y también los murciélagos. El vaho recibido por debajo excita el menstruo y limpia el útero.
• En el mal de orina y en las fiebres cuartanas, se aprovecha también tomar la infusión de las semillas.
• Tomando diariamente una cucharada de las semillas con un poco de cocimiento de cogollos de retama, se cura la hidropesía.
• Puestas en brasas en una vasija, se espolvorea en ellas la mostaza y se recibe el vaho para curar las hemorroides.
• De los polvos mezclados con higos pasados se forma un taponcito que, colocado en los oídos, hace que desaparezcan los zumbidos.
• Puestas una onza y media de la mostaza en polvo en dos vasos de aguardiente rectificado, se cuela al tercer día y se usa para fortalecer las partes debilitadas, haciéndose fricciones dos veces al día.
• Para preservarse de la apoplejía, se toma todas las mañanas en ayunas siete gramos de mostaza.
• Para los dolores, hinchazones y demás afecciones del bazo, se pone en cuatro cucharadas de unto derretido, una cucharadita de polvo de semillas de mostaza y se unta cubriendo el órgano con una franela, papel de seda o estraza.
• En caso de pleuresía, y para descongestionar los pulmones que producen punzadas y dolores constantes en la espalda y los costados (pulmonía), se hace una masa de la harina de mostaza mezclando con agua tibia, y ésta se aplica en forma de cataplasma a los pulmones. Nota: Las cataplasmas aplicadas de esta harina, se deben quitar máximo a los 20 minutos, porque si se pasa de este tiempo se irrita la piel y arde mucho.
• En caso de bronquitis, se hace la misma masa no muy fluida ni muy espesa de la harina de mostaza con agua tibia y ésta se aplica en forma de cataplasma al pecho.
• Para desinflamar los riñones (dolor de la cintura), se hace esta misma preparación y se aplica a la cintura. En caso de inflamación de la vejiga y el vientre, la cataplasma se aplica al vientre.
• En los casos de inflamación del cerebro y en la meningitis, en la congestión del cerebro, en los crónicos y constantes dolores de cabeza y en la apoplejía, se diluye en un litro de agua tibia unas tres o cuatro cucharadas de harina de mostaza en un lavador, y con este líquido se lavan los pies desde la rodilla durante 20 minutos. Aunque parezca raro, este lavado de los pies no sólo descongestiona la cabeza, sino también los pulmones y el pecho.
• Para curar la sarna, la tiña, los herpes y otras erupciones, se frotan dos o tres veces por día con el zumo de las hojas de mostaza.
• En los casos de mordeduras de víboras, arañas venenosas y perros rabiosos, se hacen cataplasmas de la harina de mostaza con vinagre en lugar de agua y se aplica a la parte mordida.
• Contra el sudor y mal olor de los pies y axilas, se diluye en un litro de agua tibia tres cucharadas de harina de mostaza y con este líquido se lavan cada noche antes de dormir.
• Las semillas de mostaza se trituran y con agua tibia se prepara una crema que se unta para aliviar el dolor de cabeza.
• Para detener el vómito, se toma a cada rato, las semillas de mostaza pulverizadas y endulzadas con miel de abejas.
• Para hacer caer la placenta rápidamente, después del parto, se toma la preparación de cinco gramos de semillas trituradas con el aceite de la misma mostaza.
• Para curar los dolores vaginales y la aparición de sangre anormal en la vagina (fuera de la menstruación), se mezclan tres gramos de semillas de mostaza trituradas con leche de vaca y se toma una vez al día durante varios de ellos.
• Las semillas de mostaza y las de comino en partes iguales se mezclan y se calientan, luego se trituran en seco y se le agrega mantequilla y papelón en partes iguales, se mezclan y se toma una cucharadita de esta preparación de tres a cuatro veces al día durante una semana, para calmar la tos.
• Para eliminar los piojos, se mezclan cuatro partes de zumo de la hoja de ñonguey con una parte de aceite de mostaza (o crema de mostaza con aceite), se hierve y se aplica frotándolo en la cabeza una vez cada 15 días y se deja en la misma por una hora.
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