SIP criticó anteproyecto de ley de la CSJ porque busca “censurar” la libertad de prensa
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), descalificó un anteproyecto presentado por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en el que incorpora una nueva figura delictiva denominada “violencia mediática”, ya que dicho ilícito vendría a poner en riesgo la libertad de prensa.
La entidad señaló que con esa ley se generará “censura absurda, autocensura y grave represión a la labor de los periodistas y los medios de comunicación”.
El pasado 3 de febrero la presidenta de la CSJ, Alba Luz Ramos, presentó ante el Congreso nicaragüense una iniciativa de ley en la que solicita incluir en el Código Penal las figuras de “femicidio” y “violencia mediática”.
En tanto, Robert Rivard, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, indicó que la figura penal que quiere interponer el Supremo Tribunal nicaragüense ya está contemplada en los delitos contra el honor del Código Penal.
“La protección de la mujer y de cualquier persona en los medios ya está establecida en las leyes normales sobre difamación, por lo que no se necesita una legislación especial que luego podrá ser utilizada en detrimento de la libertad de prensa”, dijo Rivard.
El proyecto de ley estipulará sanciones económicas de entre 200 a 300 días multas contra para el dueño de medio de comunicación, la persona o comunicador social que en el ejercicio de su profesión u oficio, ofenda, injurie, satirice, denigre a una mujer por el hecho de ser mujer, a través de un medio de comunicación. La norma también obliga al ofensor a hacer públicas sus disculpas en el mismo medio utilizado y con la misma extensión de tiempo y espacio.
Aclarando sobre la relevancia de que se combata el femicidio, Rivard, dijo que “el debate en Nicaragua llama la atención porque en nombre de la protección de género se está culpando de la violencia a los medios o, lo que es peor, disfrazando la verdadera intención que es la de sobreproteger a las mujeres en la función pública, para evitar que sean objeto de las críticas, la sátira y las caricaturas, elementos que forman parte de la opinión editorial y la libertad de prensa”.
Rivard dijo que las multas y sanciones, a las que calificó de “censura absurda”, terminarán generando un “marco de autocensura y de grave represión a la labor de los periodistas y los medios de comunicación”, los que verán acotada su capacidad de hacer críticas y opinar sobre personas públicas en asuntos de interés público.
“Esta nueva figura de la ‘violencia mediática’ debe ser analizada desde la perspectiva de la libertad de prensa y no de los crímenes de género”, puntualizó.