Un accidente aéreo con fatales resultados para 14 vidas humanas que incluye la muerte de los dos pilotos se dio al estrellarse un avión comercial en las cercanías de Tegucigalpa, Honduras, Centroamérica ayer a las 8 de la mañana.

El avión de Central American Airlines cayó accidentalmente en las cercanías del cerro de Hula. En ese sitio en el año 1989 se estrelló un avión de SAHSA donde murieron más de 131 personas en el mes de Octubre de 1989. Como se recuerda en ese vuelo viajaba la esposa del multimillonario azucarero de Nicaragua, Carlos Pellas Chamorro, Vivián Fernández de Pellas. En ese accidente fueron los únicos que salvaron sus vidas. Pellas resultó ileso y su esposa con varias quemaduras en sus manos y el cuerpo.

Entre las víctimas figuran el ministro hondureño de Economía, Carlos Chaín, y el secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUTH), Israel Salinas, según la lista divulgada por la compañía propietaria de la aeronave. Se supo que murió John Peters, Joaquín Fernández, Julio Alvarenga, Plutarco Molina, Lea Cabrera, Alejandro Figueres, los experimentados pilotos Oscar Anderson y Eduardo Fash profesionales de mucha experiencia.

Entre los fallecidos se reporta al viceministro de la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda (Soptravi) Rodolfo Robelo, la funcionaria del Programa de Asignación Familiar (Praf) Alejandra Figueroa Cerna y el hermano de Guillermo Anderson y piloto de la aeronave Óscar Anderson.

El avión caído seguía la ruta interna San Pedro Sula y Tegucigalpa. El avión, un Let 410 bimotor, cubría el vuelo interno 731, que debió llegar a Tegucigalpa hacia las 07.40 hora local (13.40 GMT). La aeronave, tenía capacidad para unas 20 personas, según fuentes militares, se estrelló en el sector de Las Mesitas, Santa Ana, unos 30 kilómetros al sur de Tegucigalpa. Los restos del avión y las personas que iban a bordo quedaron esparcidos en un terreno en el que hay muchos árboles. La zona es muy difícil para entrar a ella y eso dificulta todas las labores de rescate.

Se presume que una de las causas de la caída del avión fue la escasa visibilidad y los fuertes vientos que soplaban en este municipio hondureño. Los testigos de la zona señalan que los cuerpos estaban desperdigados en el área.