BOGOTA.- El gobierno colombiano reveló ayer una defraudación a la Dirección Nacional de Impuestos Nacionales, estimada en 555 millones de dólares y por la que ya fueron detenidas 12 personas, algunas de ellas ex funcionarios de esa entidad.
El presidente Juan Manuel Santos dio a conocer públicamente el hecho al relatar que el desfalco se llevaba a cabo mediante el cobro fraudulento de los dineros que por devolución del Impuesto del Valor Agregado (IVA) tienen derecho los exportadores por sus ventas al extranjero.
Santos explicó que la red involucrada en la defraudación creaba comercializadoras y sociedades de fachada usando abusivamente la identificación comercial de empresas o personas registradas ante el fisco, para luego cobrar el impuesto por las ventas internacionales falsas, en una operación que comenzó en 2004 y que llegó hasta la cifra oficial divulgada hoy.
Este "es apenas uno de los brazos de un pulpo que se creó alrededor del tema de la devolución del IVA", dijo el jefe de Estado, con lo que dejó abierta la posibilidad para que a futuro se conozcan nuevos hechos y autores relacionados con la defraudación.
A las 12 personas detenidas por la policía en el marco de esta indagación se les acusa de los delitos de "concierto para delinquir, falsedad en documento público, cohecho, enriquecimiento ilícito y lavado de activos", según explicó el vicefiscal general de la Nación, Juan Carlos Forero.
Las autoridades aún buscan a otras cinco personas que harían parte de la presunta red de corrupción.
Santos relató que el elemento que llevó a las autoridades a investigar la defraudación fueron los movimientos anormales en las cifras de devolución del gravamen y a las denuncias de ciudadanos y funcionarios de la entidad desfalcada que incluso recibieron amenazas y agresiones.
El mandatario contó que hace un año un grupo de investigadores encomendado por el gobierno para recabar información sobre las irregularidades fueron "comprados" por los "corruptos" que les habrían pagado cerca de 800.000 dólares por su silencio.
El jefe de Estado dijo que tanto a los investigadores como a los implicados en la defraudación se les detectó la compra de bienes lujosos, vehículos y el incremento desmesurado de sus patrimonios.
Santos dijo que, por ejemplo, una ex funcionaria del fisco, involucrada en el delito, tenía un sueldo mensual superior a los 1.000 dólares y en el lapso de un par de años apareció con un patrimonio personal superior a los 5,5 millones de dólares.
El general Oscar Naranjo, director de la Policía colombiana, dijo que la red implicada en el desfalcó operaba "a niveles de la mafia", al indicar que poseían "lujos y ostentaciones" similares a la de los capos del tráfico de drogas.