gráfico cortesía
Muchas especies animales asombran y maravillan al hombre, algunas por su velocidad, otras por su tamaño y unas más por su organización social, pero el camaleón lo ha hecho por su famosa facultad de cambiar de color y, aunque se dice que lo puede hacer hasta el punto de desaparecer en una tela de diseño escocés, esa particularidad no es exclusiva de él, pues muchos otros lagartos, como los Agámidos, Anolis y algunos Gecónidos, también lo hacen. La realidad es que los cambios de color que se pueden lograr son limitados, y no siempre van de acuerdo a la tonalidad del fondo ambiental, sino que son la luz, la temperatura y a veces hasta las emociones los factores que desencadenan el proceso que se realiza mediante la dispersión o concentración de pigmento en las células melanóforas controladas por el sistema nervioso autónomo. Las diferentes especies varían en los rangos de colores y patrones que adoptan, aunque la mayoría puede lograr el verde, amarillo, crema o café oscuro, frecuentemente con manchas oscuras o claras sobre el patrón general, sin que necesariamente se igualen al entorno, los patrones irregulares combinados con la forma comprimida del cuerpo lo oculta entre las hojas y sombras del bosque del ataque de sus depredadores.
Pertenece a la familia Chamaeleontidae, está adaptado a la perfección con su medio y puede ocupar casi todos los habitats, pues lo mismo los hay en las selvas, de vida absolutamente arborícola, que en lugares más abiertos con áreas más o menos arbustivas, o los de cola no prensil que pasan toda su vida en el suelo. De las 80 especies de camaleones, del género Chamaeleo principalmente, la mitad vive en Madagascar y la mayoría del resto, en África, al sur del Sahara.
Con seguridad ha sido su aspecto antediluviano, el movimiento independiente de sus ojos, sus cambios de color y los cuernos y protuberancias que adornan la cara de algunas de las especies más comunes lo que les ha dado en África Oriental la fama de atraer la mala suerte, llegando a asociarse su presencia con las malas artes de brujos y espíritus, aunque esto ha contribuido a su supervivencia al evitar que las personas los busquen y se metan con ellos, dejándoles en paz entre el follaje.
Una de las más formidables armas para cazar que existe en el reino animal, es la pegajosa lengua del camaleón, ya que le permite atrapar presas tan evasivas y rápidas como los insectos voladores a distancias mayores al tamaño del cuerpo y la cola juntos, por lo que con movimientos muy lentos se aproxima a su presa hasta tenerla a distancia.
Certeros cazadores gracias a su rápida lengua pegajosa, larga, espesa y protáctil, estos reptiles han logrado sobrevivir debido a sus movimientos lentos y cambiantes colores que se adaptan al entorno en que viven, o al aspecto terrorífico que presentan algunos ejemplares.
El camaleón criollo (Polychrus marmoratus), es un pequeño saurio, de vida exclusivamente arbórea, aunque no pertenece a la verdadera familia de los camaleones, propia de algunos países del Viejo Mundo, tiene, sin embargo, la misma facultad que ese grupo de animales, aunque no con la misma intensidad, de cambiar rápida y pronunciadamente el color de su piel. La coloración general es verde, variando de matiz al marrón oscuro, salpicado con o sin manchas negras o blancas. Su cuerpo está comprimido lateralmente y cubierto de pequeñas esquemas carenadas. No tiene cresta. El macho posee un pequeño saco gutural. Llega a medir hasta 45 cm de largo, incluyendo la cola, que tienen cerca de tres veces el largo de la cabeza y el tronco juntos. Es de por sí sumamente ágil y rápido.
Inmóvil sobre los árboles y arbustos, generalmente en los montes áridos, tanto de la zona caliente como templada, y apoyándose en sus dedos adhesivos y su largo rabo prensil, acecha tranquilamente los insectos que le sirven de alimento. Es, pues, un animal muy útil y además completamente inofensivo. No obstante, circulan infinidad de fantásticas historietas en el pueblo cabalístico e ignorante, sobre este camaleón. Entre las más extraordinarias, se cita la creencia de que el innocuo animalito le salta al hombre encima para morderle, y en este caso, la persona se muere envenenada sin remedio, si el camaleón logra primero encontrar agua de beber; pero, en cambio, este animal sucumbe si el hombre bebe primero.
Por fin al camaleón lo tomaron en cuenta, ya aparece en una película de dibujos animados, se trata de Rapunzel donde hace el papel de su mascota graciosa, con el nombre de Pascual. En francés esta película se llama « Raiponce »
Se le dice camaleón a una persona que, a impulsos del favor o del interés, muda con facilidad de pareceres o doctrinas.
EL CAMALEÓN
Aquel camaleón
Se va por el Sol
Se viste con trajes
Color tornasol...
Se viste,
se vuelve a vestir
Hasta que la noche
Lo invita a dormir
Se cambió del verde
Al azul turquí,
Color, colorín.
El camaleón tiene
De sastre al paují,
Color, colorín.
El arco iris viene,
Le regala telas
De siete colores,
Color, colorín.
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