Míllones de puertoriqueños están en condiciones de votar
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizó una histórica visita a Puerto Rico, adonde llegó para recolectar fondos para la campaña de su reelección en los comicios de noviembre de 2012 y seguir adelante con la políticamente fundamental tarea de seducir a los votantes hispanos.
Se trató de la primera visita oficial de un presidente estadounidense en el cargo en los últimos cincuenta años, ya que el último viaje lo realizó en 1961 el entonces mandatario John Kennedy.
"Cuando corría para presidente -dijo Obama durante el acto de recepción, apenas llegado a San Juan-, prometí incluir Puerto Rico no solamente en mis itinerarios sino también en mi visión de adonde debe dirigirse el país, y estoy muy orgulloso de poder decir que cumplí con mi promesa".
Obama incluso aseguró que "se mantendrá del lado" de los puertorriqueños apenas surja una "decisión clara" sobre el tipo de relación que los habitantes de la isla quieren mantener con Estados Unidos.
En diversos referendos, los puertorriqueños rechazaron tanto la posibilidad de convertirse en el estado número 51 del país como la independencia.
Los puertorriqueños son ciudadanos norteamericanos porque la isla es un "estado asociado". Pero no pueden votar en las elecciones para presidente de Estados Unidos si se encuentran en la isla, porque Puerto Rico no envía representantes al colegio electoral.
En cambio, millones de ellos están en condiciones de votar en las presidenciales porque residen en alguno de los 50 estados de la unión, y su sufragio es vital en distritos clave como Florida. No por casualidad, antes de volar a San Juan, Obama hizo una escala en Miami, donde celebró otra reunión para recolectar fondos de campaña.
Durante la visita, Obama se entrevistó con dirigentes republicanos y demócratas puertorriqueños. El presidente también se reunió con el gobernador, el republicano Luis Fortuño, en La Fortaleza, la residencia del ejecutivo.
Aun cuando no cumplió con su promesa de llevar adelante una reforma migratoria que beneficie a los alrededor de 12 millones de indocumentados en el país, y por el contrario marcó un récord de deportaciones, Obama espera poder contar con los latinos.
Los hispanos en Estados Unidos sufren un índice de desocupación del 11,9%, claramente por encima del 9,1% promedio nacional. En Puerto Rico, ese indicador alcanza el 17%.