Este será el modelo de casa. (foto archivo)

La Alcaldía de Managua tiene planes de construir un nuevo vertedero de basura al sur de Managua,

La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Alcaldía de Managua, pusieron ayer por la mañana conjuntamente, la primera piedra de lo que serán 258 viviendas para los que se dedican a recoger basura contiguo al vertedero de Acahualinca. El proyecto contempla la construcción de las primeras 50 viviendas.

El señor José Mariscal Arroyo coordinador en Nicaragua de la Agencia Española de Cooperación Internacional, AECID, dijo que hay avances en un 90% del sellado del vertedero de Acahualinca, un lugar donde se deposita la basura que se recolecta en Managua, la Capital de Nicaragua en Centroamérica. El costo del proyecto es por 40 millones de dólares. El lugar dejará de recibir basura y se convertirá en un área productora de energía eléctrica. El proyecto es parte de los planes para sanear el Lago de Managua y detener su contaminación por los desechos que se llevan a ese lugar durante décadas.

La Alcaldía de Managua tiene planes de construir un nuevo vertedero de basura al sur de Managua, la Capital de Nicaragua en Centroamérica, cerca de la zona del Crucero, en conjunto con todas las alcaldías cercanas a la capital pero que todavía no tiene el consenso debido si será aceptado por las poblaciones cercanas, que temen que se construya un nuevo vertedero por los daños ambientales y ecológicos que significa.

Las personas que han nacido en el antiguo depósito de basura de Acahualinca, situado frente a las costas del Lago de Managua, serán trasladadas a las nuevas viviendas de 60 metros en un lugar de 11.1 hectáreas.

La construcción de las nuevas casas es parte del Programa de Desarrollo Integral de Acahualinca y contará con tres dormitorios, sala-comedor, cocina y un servicio sanitario cuyas áreas serán de una extensión de 60 metros cuadrados. Las viviendas serán levantadas en un área declarado de utilidad pública por la Alcaldía de Managua que era propiedad de la familia Martínez.