WASHINGTON.- Estados Unidos defendió enfáticamente su posición frente a la crisis en Libia, pero -una vez más- advirtió que no se apurará a "tomar decisiones" sobre una eventual intervención militar o emplazamiento de una restricción de vuelos. "Hemos hecho planes militares de contingencia, hemos hablado sobre posicionar recursos en la región" ante la posibilidad "de que algo ocurra", dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.
De todas maneras, el vocero aseguró que reuniones como las que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvo con la plana mayor de su equipo de seguridad nacional, no son "reuniones para tomar decisiones".
Las conversaciones de Obama con los jefes de la diplomacia y la defensa norteamericanas "no llevarán a ninguna decisión concreta inminente sobre acciones" sobre Libia, indicó. Carney destacó, sin embargo, que las reuniones que se están desarrollando al interior de la OTAN en Bruselas "fueron iniciadas por Estados Unidos, por este presidente", y "todo ocurrió en tres semanas".
En contraste, cuando en 1992 comenzaron los bombardeos sobre objetivos civiles en la Yugoslavia que se despedazaba, recordó el portavoz, "tomó tres meses" el comienzo de la ampliación del embargo de armas decidido por las Naciones Unidas tras la declaración de independencia de Eslovenia y Croacia. En cambio, en el caso libio, "tomó solamente nueve días", indicó Carney, quien además destacó que el gobierno estadounidense ya decidió el congelamiento de unos 30.000 millones de dólares en activos del líder libio, Muammar Kadafi, y de sus colaboradores o familiares.
Carney salió así a confrontar las críticas que viene recibiendo la Casa Blanca, en especial desde las filas de la oposición republicana, por su posición prudente frente a Libia. Obama ya pidió en varias oportunidades la salida de Kadafi del poder, pero su gobierno se está manejando con mucha cautela en el frente de una de posible intervención militar o la aplicación de una "no fly zone" sobre las zonas civiles. Algunos dirigentes republicanos vienen reclamando que Estados Unidos provea de armas a los rebeldes libios, y otros reclaman medidas en favor de la interdicción aérea.