(foto ansa)

Surgió un milagro

TOKIO.- Un nuevo sismo, de 6,4 grados de magnitud en la escala de Richter, sumó ayer más angustia en Japón, donde aumenta el temor en la población por la radioactividad, los muertos registrados oficialmente superan 4.000 y se teme que haya 15 mil desaparecidos.

Los cortes de electricidad se extenderán desde mañana en el norte del país, mientras la población se procuró alimentos y demás víveres en los supermercados.

La réplica del terremoto del viernes que ocurrió ayer fue de 6,4 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, reportó la agencia meteorológica japonesa.

El primer registro había reportado 6,2 grados de magnitud para la réplica con epicentro en la prefectura de Shizuoka, 120 kilómetros al suroeste de Tokio. La profundidad fue estimada en 10 kilómetros.

El canal NHK dijo, ya en la mañana del miércoles -hora local- que los desaparecidos pueden llegar a 15.000.

En la ciudad costera de Minamisanriku, en Miyagi, el gobierno local confirmó que no pudo contactar a unas 10.000 personas. En cambio sí lo hizo con unos 2.000 sobrevivientes.

Por ahora se desconoce además la situación en que se encuentran los cerca de 8.000 residentes en la localidad de Otsuchi, en Iwate, la mitad de la población de esa prefectura.

La reducción de erogación de corriente continuará hasta fin de abril en la capital, pero está previsto que durará más tiempo en el noroeste. La situación de las zonas donde los daños causados por el sismo son mayores se diseña por separado, precisó la agencia Kiodo.

Temor por la radioactividad

El temor a la radioactividad, tras la explosión e incendio sufridos el martes por la mañana en los reactores 4 y 2 de la central de Fukushima, incrementó el temor de la población, pero no hubo escenas de pánico.

En algunos barrios de la capital los niveles radioactivos treparon a 21 veces más de lo normal, pero luego disminuyeron.

La televisión estatal comenzó a trasmitir instrucciones detalladas, entre ellas la de no tender ropa en espacios al aire libre de las casas.

Las tiendas

Hidenori Chonan, que administra un supermercado en Fukushima, contó con asombro que cientos de personas permanecieron por horas en fila, ordenadas, esperando mercaderías porque las carreteras están cerradas y reservadas para los socorristas.

"Todos sabemos cuál es la situación y cada uno comparte el dolor de los otros", explicó Chonan.

Temperaturas bajo cero

En tanto, las temperaturas a la noche bajan algunos grados por debajo de cero y muchos de los refugios improvisados no tienen calefacción, por la falta de combustibles.

"Los ancianos son los más afectados con mayor fuerza", dijo Patrick Fuller, de la Federación Internacional de la Cruz Roja, que colabora en Ishinomaki, en la prefectura de Miyagi.

"El tsunami golpeó la mitad de la ciudad y ahora muchos de ellos tiemblan bajo las cobijas. Sufren de hipotermia y están aislados en sus casas, sin luz ni agua", agregó.

Un milagro que llenó de esperanza

Ayer en medio de noticias tristes del peor terremoto en la historia japonesa, sucedió un milagro, los soldados rescatistas, bajo las ruinas de la ciudad de Ishinomaki, encontraron con vida a una bebe de 4 meses que permaneció tres días en los escombros.

A la bebe la encontraron entre madera y barro, temblando de frío, mojada y llorando, contaron los soldados quienes al escuchar los llantos no lo podían creer, detalló la agencia de noticias AP.

La tierna “fue arrastrada cuando el torrente irrumpió en la casa de la familia. Durante 72 horas sus padres buscaron desesperados, creyendo que la habían perdido para siempre. Cómo sobrevivió, sigue siendo un misterio”, indicó la AP.

Los soldados, aunque presiente que la búsqueda de sobrevivientes es relativamente nula, no pierden la esperanza de hallar sobrevivientes. Y ahora con el nuevo “rescate le ha dado un nuevo impulso a la búsqueda”, declaró un funcionario de defensa civil. “Vamos a escuchar, revisar y cavar con mucha más diligencia a partir de ahora”, puntualizó.