WASHINGTON.- El viaje del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a América Latina deberá servir para "resaltar la restauración" de la "influencia" de Washington en la región y seguir quitando "espacio" a mandatarios como el de Venezuela, Hugo Chávez, quienes venían "capitalizando el anti-norteamericanismo", afirmó la Casa Blanca.
Obama comenzará el sábado en Brasil una gira que lo llevará además a Chile y El Salvador. El viaje, dijo Dan Restrepo, el principal consejero en asuntos de América Latina en la Casa Blanca, buscará "remarcar el trabajo hecho hasta ahora y el trabajo por hacer" en el marco de las intenciones de Obama por relanzar las relaciones con el resto del continente.
Según Ben Rhodes, uno de los voceros del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien también participó de la rueda de prensa junto a Restrepo, Obama es "muy popular" en la región, y el gobierno estadounidense buscará aprovechar esa ventaja. La visita a Brasil, Chile y El Salvador es una oportunidad para "resaltar la restauración de la influencia y el atractivo" de Estados Unidos en el continente, dijo por su lado Restrepo. En los últimos años, evaluó el consejero, varios líderes latinoaamericanos, como Chávez, "vivieron políticamente del anti-norteamericanismo" en la región.
"Durante años -añadió Rhodes-, líderes como Chávez podían capitalizar el anti-norteamericanismo para hacer avanzar sus agendas, pero ahora ya no tienen tanto espacio". "Eso es importante porque hace más fácil para otros países cooperar con nosotros", indicó Rhodes.
Para Restrepo, la popularidad de Obama en América Latina y su voluntad de abrir "una nueva etapa" en las relaciones con la región "disminuye el espacio para aquellos enfocados solamente en la retórica".