Nicaragua participará en simulacro
Para este 23 de marzo 33 países realizarán un simulacro a escala real contra los tsunamis en el Caribe, con el fin de valorar la “eficacia” de los sistemas de alerta a la hora de ocurrir una emergencia de gran magnitud como el ocurrido en Japón.
“El objetivo de este simulacro es probar la eficacia del Sistema de Alerta Temprana contra los Tsunamis y otras Amenazas Costeras en el Caribe y Regiones Adyacentes, creado en 2005”, explicó en un comunicado la UNESCO (Organización de la Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Para el simulacro, denominado Caribe Wave 11, no existirá movilización de las poblaciones de la región, porque el fin es “probar la eficacia de los dispositivos de alarma, vigilancia y aviso de todos los organismos de la región”. Encargados de la gestión de situaciones de emergencia (centros nacionales de coordinación de alertas contra los tsunamis, oficinas de previsión meteorológica, servicios nacionales de vigilancia costera, etc.).
“Se trata de comprobar si todos los países ribereños del Caribe están listos para afrontar un tsunami eventualmente peligroso”, indicó el escrito.
Cómo se realizará
El plan para ejecutar el simulacro será que los países del litoral del Caribe recibirán el 23 de marzo un aviso de alerta contra un presunto terremoto de magnitud 7,6 con epicentro frente a las costas de las Islas Vírgenes estadounidenses
Mientras que los boletines de alerta para Puerto Rico y las Islas Vírgenes serán emitidos desde el Centro de Alerta contra los Tsunamis de la Costa Oeste y Alaska (Estados Unidos) y para el resto de la región del Caribe desde el Centro de Alerta contra los Tsunamis en el Pacífico (PTWC), situado en Ewa Beach (Hawai – Estados Unidos).
La experiencia que se pretende adquirir con este ejercicio es mostrar la importancia de la transmisión rápida de información.
También se espera que las autoridades nacionales tengan en cuenta la prevención de riesgos a todos los niveles: educación preventiva en las escuelas; urbanización en las zonas costeras; modificación de las normas sobre los métodos y materiales de construcción utilizados; planificación de los métodos de evacuación; y creación de servicios de emergencia eficaces, enumeró la UNESCO.
La Directora General de la UNESCO, Irina Bokova dijo que “el terremoto y el tsunami que acaban de azotar a Japón (…) han mostrado la importancia fundamental que tienen los dispositivos de alerta. De ahí que, en el contexto actual, la puesta a punto de un sistema coordinado en la región del Caribe sea más pertinente que nunca para facilitar la preparación de los países ribereños de este mar contra la eventualidad de una catástrofe semejante y preservar así vidas humanas”.
Datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), indican que en los últimos cinco siglos el Caribe fue azotado por 75 tsunamis, lo que representa un 10% del total mundial de los fenómenos de este tipo observados en ese largo periodo.
En el pasado ya se realizaron otros simulacros de alerta contra los tsunamis: en 2008 en el océano Pacífico y en 2009 en el océano Índico.
Los países que participarán
Aruba, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Estados Unidos, Francia (Martinica, Guadalupe, Guyana y San Martín), Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Países Bajos (Bonaire, Curazao, Saba, San Eustaquio y San Martín), Panamá, Perú, República Dominicana, Reino Unido (Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Turcos y Caicos, Islas Vírgenes Británicas y Montserrat), Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Sri Lanka, Suriname, Trinidad y Tobago, y la República Bolivariana de Venezuela.