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El corazón del hombre puede estar deprimido o excitado. En cualquiera de los dos casos el resultado será fatal...

El sabio recela del cielo sereno. Cuando viene la tempestad camina sobre las ondas y desafía al viento.
El hombre de bien exige todo de sí mismo. El hombre mediocre espera todo de los otros.
Escoje el trabajo que amas y no tendrás que lamentar un solo día en tu vida. Lo que oigo, olvido.
Lo que veo, recuerdo. Lo que hago, aprendo. Saber lo que es correcto y no hacerlo es la peor cobardía.
La naturaleza de los hombres es la misma, son sus hábitos los que les mantienen separados.
Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.
Al examinar los errores de un hombre, conocemos su carácter.
El hombre realmente culto no se avergüenza de hacer preguntas también a los menos instruídos.
Quien conoce a los otros es sabio; quien se conoce a si mismo es iluminado.
Quien conoce su ignorancia revela la más profunda sapiencia. Quien ignora su ignorancia vive en la más profunda ilusión.
Paga el mal con el bien, porque el amor es invencible en el ataque e invulnerable en la defensa.
El alma no tiene secreto que el comportamiento no revele.
El sabio no se exhibe y es notado. Renuncia a si mismo y jamás es olvidado.
Quien quiere humillar a alguien debe engrandecerlo.
Para ganar conocimiento, suma cosas todos los días. Para ganar sabiduría, quita cosas todos los dias.
Cuando me despojo de lo que soy, me dispongo a ser lo que podría llegar a ser.
Yo no busco saber las respuestas, busco comprender las preguntas.
Grandes realizaciones son posibles cuando se da importancia a los pequeños comienzos.
Cuando veas un hombre bueno, intenta imitarlo; cuando veas un hombre malo, examínate a tí mismo.
Formas delicadas vencen rígidas resistencias.
El corazón del hombre puede estar deprimido o excitado. En cualquiera de los dos casos el resultado será fatal.
No son las malas hierbas las que sofocan el grano, es la negligencia del cultivador.
La música genera un tipo de placer sin el cual la naturaleza humana no puede vivir.
Es fácil borrar las huellas. Es difícil caminar sin pisar el suelo.
Reacciona inteligentemente incluso a un tratamiento no inteligente.
Todo deseo incómodo e inquieto se disuelve en el amor de la verdadera filosofía.
La liberación del deseo conduce a la paz interior.
El ser humano tiene la perversa tendencia de transformar lo que le está prohibido en tentación.

Textos: Confucio y Lao-Tsé.

E-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr