Ante muerte de Osama
BUENOS AIRES.- Algunos gobiernos latinoamericanos felicitaron ayer al de Estados Unidos por el deceso de Osama bin Laden, otros expresaron preocupación por eventuales atentados de represalia y otros hicieron notar que la muerte no debe ser festejada.
El presidente de México, Felipe Calderón, felicitó a la Casa Blanca y expresó "reconocimiento a Estados Unidos y a su presidente Barack Obama por su perseverancia y persecución del terrorismo".
El mandatario de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que "este es un importante y contundente golpe al terrorismo global", y felicitó a Obama, mientras el vicepresidente ejecutivo de Venezuela, Elías Jaua, advirtió que "la muerte no puede ser un instrumento político".
"No deja de sorprender cómo se ha naturalizado el crimen y el asesinato, y cómo se celebra", lamentó.
En Quito, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, se abstuvo hoy de festejar la muerte de Bin Laden.
"Si Estados Unidos ha logrado matar a Bin Laden, que ellos lo festejen. Yo no festejo la muerte de nadie, pero tampoco estamos de acuerdo con lo que pasó el 11 de septiembre", explicó.
Entre todas las reacciones, una de las más llamativas es la del presidente peruano, Alan García, quien atribuyó la muerte de Bin Laden a un "milagro" del flamante beato Juan Pablo II, y felicitó al gobierno del presidente Barack Obama.
"El primer milagro de Juan Pablo II ha sido extirpar de esta tierra a la encarnación del mal y del odio", conjeturó García.
El canciller brasileño, Antonio Patriota, expresó preocupación ante la posibilidad de que la muerte del jefe de la red Al Qaeda desencadene represalias.
"Nos preocupa mucho que haya represalias, esperamos que este acontecimiento no desencadene ningún atentado", afirmó.
El gobierno uruguayo consideró la muerte de Bin Laden como "un golpe al terrorismo", aunque se pronunció en contra de una celebración.
Agregó que "si bien ninguna muerte puede ser celebrada, tampoco podemos dejar de permanecer atentos a que el terrorismo debe ser condenado y no debemos ser ajenos al respecto".
Por su parte, el gobierno argentino dijo que espera que los "acontecimientos de las últimas horas", en referencia a la muerte de Bin Laden, "no desvíen a los pueblos de Medio Oriente del camino de los cambios en paz".
En un comunicado, la Cancillería ratificó la "decisión irrenunciable de continuar denunciando al terrorismo internacional en todos los foros y en todas las circunstancias posibles".