Joseph Blatter. (foto J. Cajina)
Blatter cometió un error
ZURICH.- La FIFA atraviesa "algunas dificultades", pero "no está en crisis", afirmó Joseph Blatter, quien aclaró que sólo el Congreso de la entidad podrá aplazar su reelección el 1 de junio, en medio de graves denuncias de "Mundiales comprados", coimas y alarma de los patrocinadores.
"El fútbol no está en crisis, atraviesa algunas dificultades y las resolveremos dentro de nuestra familia", afirmó Blatter, en una conferencia de prensa que cerró uno de los días más calientes en la historia de la FIFA, que incluyó la exhibición de correos privados y sobres con dinero de coimas.
Blatter, de 75 años y que el 1 de junio será único candidato para iniciar un cuarto mandato, negó que la FIFA evalúe quitar a Qatar el Mundial 2022, después de que su secretario privado, Jerome Valcke, dijo en un correo privado que esa sede había sido "comprada".
El correo fue filtrado a la prensa por el presidente de la Concacaf, Jack Warner, quien además denunció que Blatter entregó en mayo pasado un millón de dólares a su entidad, además de computadoras, supuestamente a cambio de apoyo para la elección.
Warner tomó esa actitud después de que el Comité Etico de la FIFA lo suspendió a él y también al presidente de la Confederación Asiática, el qatarí Mohamed Bin Hammam, por ofrecer sobres con 40.000 dólares a 25 Federaciones caribeñas a cambio del voto a éste último para el 1 de junio.
La FIFA difundió una fotografía de uno de los sobres, abierto y con el dinero apenas salido, que supuestamente fue entregado el 10 de mayo por Bin Hammam y Warner al vicepresidente de la Federación de Bahamas, Fred Lunn, quien lo rechazó, tomó una imagen y elevó la denuncia que llegó al Comité Etico.
El chino Zhang Jilong y Lisle Austin, de Barbados, reemplazarán como presidentes provisorios de la AFC y la Concacaf a Bin Hammam y Warner, aunque ambos apelaron la suspensión y el primero especulaba aún con la posibilidad de presentarse a las elecciones.
Valcke, por su parte, a quien el gobierno de Qatar amenazó con un juicio, aclaró que habló de modo liviano en el correo privado que filtró Warner y que jamás quiso sugerir que Qatar compró votos para ganar la sede del Mundial 2022, cuyos principales candidatos iniciales eran Estados Unidos y Australia.
"Habría que preguntarle a Valcke qué pensó. No sé por qué dijo eso. Si yo pagué dinero por Qatar tendrían que preguntarle también a las trece personas que votaron por Qatar", se defendió a su vez Bin Hammam, el rival de Blatter e impulsor de la candidatura de su país.
"La decisión de suspenderme -se quejó Warner- es un abuso y este proceso no tiene ningún propósito real y demuestra la parcialidad en esta investigación".
También Bin Hammam afirmó que el procedimiento que derivó en su suspensión "está absolutamente enfrentado con cualquier principio de justicia" y agregó que el Comité Etico de FIFA carece de independencia.
"Todo esto fue una maniobra para correr a Bin Hammam de la presidencia de la FIFA", acusó Yousuf al-Serkal, de Emiratos Arabes Unidos, vicepresidente de la AFC.
La prensa árabe afirma que Blatter cometió un error al atacar tan duramente a Bin Hammam y que ahora perderá el apoyo del mundo islámico y árabe, con vistas a las elecciones, en las que igualmente sería único candidato.
Además de Australia, también desde Inglaterra, derrotada por Rusia en la votación del Mundial 2018, se conocieron pronunciamientos para que la FIFA anule las elecciones y devuelva dinero de países postulantes, mientras que patrocinadores como Adidas y Coca Cola expresaron preocupación.