LONDRES.- Desde que se crearon los Estados la humanidad ha tendido a estar gobernada por varones.
Hoy en día en el Mar del Norte hay 3 damas que reinan, aunque no gobiernan, a Holanda, Dinamarca y Reino Unido. La monarca de Londres, a su vez, regenta otros 15 países.
Además, otros 14 países han electo a jefas de Estado o de gobierno.
Argentina fue la primera república americana en haber tenido una presidenta y ahora es el único de su hemisferio en tener a su segunda presidenta.
El Perú es hoy el primer país americano en tener una segunda primera ministra. Desde el 19 de marzo Rosario Fernández ejerce tal cargo bajo el gobierno de García, en tanto que Beatriz Merino fue la primera mujer que tuvo tal puesto de julio 2002 al del 2003 bajo la presidencia de Toledo.
Y este mismo país tiene, por primera vez en su historia, a una mujer que disputa una segunda ronda. Si Keiko Fujimori llegase a ganar los comicios del 5 de junio, ella se convertiría en la undécima presidenta latinoamericana.
Justo al mes desde que Keiko se clasificó para el balotaje se murió en La Paz la primera mujer que fue electa directamente a la presidencia en las Américas. Ella fue Lidia Gueiler, quien falleció el 9 de mayo, cuando le faltaba poco para que el 28 de agosto celebrase sus 90 años.
En tanto presidenta de los diputados, Lidia fue electa por el Congreso para ser la primera y única presidenta que haya tenido Bolivia el 16 de noviembre de 1979. Llegó a tal posición tras que una huelga general impidió el golpe de Natusch Busch desencadenado 16 días antes. Dejó el poder a los 8 meses tras otro cuartelazo (el de García Meza del 17 de julio de 1980).
Una mujer más joven que ella (Isabel Perón, quien nació en La Rioja 10 años después que ella viniese al mundo en 1921 en Cochabamba) fue la primera mujer que llegó a la presidencia en las Américas, aunque ella no fue electa directamente para ese cargo sino al de vicepresidenta de su esposo (Juan Perón), quien, al fallecer el 1 de julio de 1974, le dejó la silla.
Tanto Isabel como Lidia duraron poco en el poder pues ambas fueron derrocadas militarmente para nunca más volver allí y acabar gran parte de sus vidas residiendo en el exterior. Mucho menos tiempo, sin embargo, duró la única presidenta que haya tenido Ecuador (Rosalía Arteaga, quien sólo estuvo del 9 al 11 de febrero de 1997 en dicho puesto).
Las primeras presidentas latinoamericanas que durasen años en el poder y que se saliesen sin haber sido derrocadas fueron Violeta Chamorro (Nicaragua, 1990-97) y Mireya Mosco (Panamá, 1989-94). Mientras la altoperuana Lidia debutó en política militando en la clandestinidad y siempre se proclamó como izquierdista y feminista, la peruana nikkei Keiko apenas cumplió la mayoría de edad fue designada por su padre para ser la primera dama más joven de su país y siempre estuvo asociada a causas conservadoras en lo social, económico y político.