El escritor y periodista inglés Dennis Bardens, escribió en 1.993, un libro que lleva por título “Poderes secretos de los animales”. Según este autor, es un hecho reconocido desde épocas muy remotas la superioridad física de los animales, por lo cual no debe sorprendernos que también nos sobrepasen en cuestiones referidas a la psique, representado por poderes extraños y desconocidos que se clasifican como poderes extrasensoriales. Con el significado de los poderes extrasensoriales se intenta explicar fenómenos como la clarividencia, aptitud para prever catástrofes naturales como terremotos, e incluso accidentes causados por el hombre, así como los casos de comunicación insólita con los seres humanos.

Desde hace más de tres décadas, aproximadamente, científicos de diferentes lugares del mundo, se han dado a la tarea de estudiar la actitud asumida por los animales ante un terremoto, una inundación o una erupción volcánica. Mediante la observación y experimentación con animales, han llegado a la conclusión, de que los animales, son capaces de percibir una catástrofe inminente, en especial los perros, a quienes junto con otros animales como insectos y aves se les han atribuido un sexto sentido, e incluso se ha hablado de posesiones, telepatía y hasta brujería para explicar aquellas interrogantes que aún continúan sin respuesta. En el continente asiático zona eminentemente sísmica, los japoneses, con sus 1.042 islas, confían muy poco en la predicción de terremotos estudiando sólo la geología mediante el estudio y el movimiento de fallas y placas tectónicas.

Muchas de las investigaciones de este mundo asiático en la actualidad, están dirigidas a observar el comportamiento de los animales antes de las catástrofes sísmicas. El comportamiento de los animales en base al cual se están realizando estos estudios es el siguiente: los perros ladran incesantemente y experimentan una especie de enloquecimiento, y parece que abandonan el hogar de sus amos antes de que ocurran los sismos. Eso es bastante comprobable, pues entre los cadáveres rescatados después de estos terribles movimientos telúricos nunca se consiguieron cadáveres de perros.

Es de notar, que no sólo los perros tienen esta actitud previa a un desastre natural, los gatos también abandonan las casas y huyen al campo, los pollos suben a los árboles más altos antes de la hora acostumbrada para dormir, las culebras se deslizan fuera de sus cuevas aunque estén en invierno, los conejos y las ratas huyen, los peces saltan fuera del agua, los osos panda se agarran la cabeza y gritan y los cisnes salen del agua para acostarse en la tierra. El estudio de estos comportamientos inmediatamente antes de un desastre natural pueden proporcionar un verdadero sistema de alerta.
Los animales de la selva desarrollan gran inteligencia, por ejemplo: los elefantes nunca olvidan y ello es válido no sólo al aspecto de los agravios o castigos, sino de actos afectuosos que crean un vínculo entre el hombre y los elefantes. Esto nos conduce a conocer que existe una diferencia, entre la obediencia maquinal de un animal al que se le ha efectuado un lavado de cerebro, condicionándolo mediante un adiestramiento constante y vigoroso para generar determinados reflejos, y el afecto, la protección y la ayuda inteligente que brindan los llamados individuos salvajes a los seres humanos con los cuales han establecidouna buena comunicación.

Después de analizar el libro de Dennis Bardens, uno se preguntaría si es completamente válida la teoría antropocéntrica de que los animales no piensan sino que actúan por instinto. Durante un eclipse total de Sol los animales cambian su conducta diurna normal, por una conducta nocturna, aunque sea de poca duración, por ejemplo: las aves buscan el nido, los peces depredadores comienzan a devorar otros, los gallos cantan, etc.

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