Llegan los problemas; los mediocres salen huyendo o se ahogan en ellos, pero los campeones se les acercan, los atacan y los destruyen para siempre.
Llega la enfermedad; los débiles se ponen a llorar y se acuestan a esperar la muerte, pero los fuertes siguen los tratamientos naturistas y de los médicos con disciplina y fe para tener una súper salud.
Llega el fracaso; los cobardes lo toman como pretexto para abandonar los ideales y la lucha, pero los valientes lo reciben como un reto para redoblar voluntad, energías y trabajo.
Llegan las negativas; los perdedores ven las puertas cerradas y se alejan tristes y deprimidos, pero los triunfadores arremeten contra ellas y del primer golpe las derriban.
¡Los hombres de acero se distinguen como gigantes entre los enanos!