Según informaciones recibidas por Survival International, aproximadamente cien indígenas etíopes han sido arrestados y encarcelados por oponerse a la polémica presa Gibe III.
Los planes para la presa y las plantaciones de regadío en sus cercanías avanzan a buen ritmo, a la par que aumenta la represión y la intimidación ante cualquier oposición.
Presuntamente un policía dijo a una comunidad indígena que el Gobierno era “como una apisonadora, y cualquiera que se oponga a sus proyectos de desarrollo será aplastado como una persona delante de dicha máquina”.
Etiopía está alquilando grandes extensiones de tierras indígenas en la región sur del Omo a empresas extranjeras y gubernamentales para el cultivo de caña de azúcar y cultivos industriales y plantaciones de biocombustibles. El agua para el riego procederá de la presa.
En la región se respira un creciente clima de terror debido a la brutal represión de la oposición a estas cesiones de tierra a manos de la policía secreta y el ejército.
Survival ha averiguado que las fuerzas de seguridad están rodeando e intimidando a las comunidades indígenas que han construido sus cabañas de paja en las tierras que ahora forman parte del plan de desarrollo.
Aquellas personas con antecedentes criminales en los últimos diez años están siendo arrestadas, y quienes manifiestan su oposición son apaleados o amenazados con la cárcel.
También hay informaciones de violaciones a mujeres y robos de rebaños de ganado, vitales para los indígenas del Omo.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: “El Gobierno etíope y los que lo apoyan internacionalmente están empeñados en robar las tierras indígenas y destruir medios de subsistencia. Quieren reducir a tribus autosuficientes a un estado de dependencia, meter a todos los que no están de acuerdo en la cárcel, y aún pretender que todo esto tiene que ver con el ‘progreso’ y el ‘desarrollo’. Es una sinvergonzonería criminal y debería despertar la oposición de cualquier persona a quien le preocupen los derechos humanos fundamentales”.
Las cien personas arrestadas a finales de septiembre pertenecen a los pueblos indígenas mursi y bodi.
El valle del bajo Omo es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En él se ubican dos parques nacionales y es el hogar de aproximadamente 200.000 agropastoralistas.
Un pastor suri ha dicho que la presa Gibe III y los intentos de expulsar a las tribus de sus tierras señalan “el fin del pastoralismo en el sur de Etiopía”.