El director de Gestión de Emergencias de la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental, Jalil Sai, dijo que la cifra de fallecidos por los fuertes terremotos que sacudieron este sábado el noreste de Irán subió a 250 y la cantidad de heridos, supera los dos mil.
Sai dijo que las autoridades han acelerado las tareas de rescate de las posibles personas atrapadas en esa provincia, donde se han sucedido más de medio centenar de réplicas, la más fuerte de magnitud 4,8 en la escala de Richter, luego de los dos fuertes temblores de 6,2 y 6 que sacudieron varios distritos del país persa.
Las ciudades afectadas son los distritos de Ahar, Varzagam, Haris y Mehraban y el director de Gestión de Emergencias explicó que “60 aldeas han sufrido daños de entre el 50 y el 70 por ciento” y, además, “hay otras seis aldeas totalmente arrasadas”.
En Varzagan posterior a los sismos explotó un gasoducto, pero se desconoce si este hecho dejó víctimas que lamentar. Además del gas, cuyo suministro se suspendió en unas 70 poblaciones del área, también se cortaron buena parte de las líneas eléctricas y las comunicaciones telefónicas por cable.
De acuerdo con el Centro Sismológico de Irán, el primero de los sismos tuvo lugar a las 16H53 locales (12H23 GMT) y se sintió con fuerza en la ciudad de Ahar, y el segundo 11 minutos después, a las 17H04 (12H34 GMT), sacudió la población de Varzagan, ambas en la provincia de Azerbaiyán Oriental.
La mayor parte del territorio de Irán, incluida Teherán (capital), una ciudad de 14 millones de habitantes, se encuentra en una zona de constantes movimientos telúricos, que han ocasionado decenas de miles de muertos en las últimas décadas.
En diciembre de 2003, un terremoto de magnitud 6,2 causó más de 30 mil muertos y al menos 50 mil heridos en la ciudad de Bam, en el sureste del país.
El terremoto que más ha causado bajas en las últimas década se produjo en junio de 1990 en el noroeste del país, en las provincias de Gilan y Zanjan, con al menos 37 mil muertos y más de 100 mil heridos.