Nicaragua aparece clasificada entre los 10 países más vulnerables ante el surgimiento por accidente de los desastres naturales, según el Atlas de los riesgos, elaborado por el organismo Maplecroft, se conoció ayer.

Maplecrof de Gran Bretaña, sociedad de consejo sobre los riesgos, afirma que si la gobernanza es débil y la infraestructura es mediocre más elevado será el impacto de una catástrofe natural. El mapa señala que se hizo una revisión de 197 países los cuales fueron revisados y clasificados ante la posibilidad de un impacto y desastre natural como los terremotos o inundaciones que afecten su economía.

Los países más frágiles y vulnerables ante las catástrofes naturales están en la región de Asia y en Centroamérica y el Caribe aparece Nicaragua y Haití. Presentan una preparación limitada y poca capacidad de reacción , sostiene.

Hay una lista de países entre los cuales está Bangladesh como el país más vulnerable, a continuación le sigue Filipinas, la República Dominicana y Myanmar, que son todos “de riesgo extremo”. Nicaragua está en la lista de los diez primeros junto con la inclusión de la India, Vietnam, Honduras, Laos y Haití.


“Las economías emergentes y en vías de desarrollo deben reforzar su capacidad para responder al desafío presentado por medios ambientes de riesgo, por lo que ponen en peligro sus ambiciones de crecimiento económico cuando son víctimas de riesgos naturales inevitables”, enfatiza Helen Hodge, analista de Maplecroft.

Hay datos significativos del año 2011, en el cual se afirma que por los daños económicos mundiales a consecuencia de las catástrofes naturales, hay un estimado y un record de 380 mil millones de dólares por sismos, tsunami como el ocurrido en el Japón que es del 55% de la factura. De tal forma que la débil resistencia ante los resultados de un desastre natural tendría mayores impactos en la lista de países clasificados.

El impacto en el crecimiento de las economías, dice Maplecroft, para países de Asia como India, Viet Nam, Myanmar, Filipinas, Bangladesh afectaría las economías nacionales y a la cadena de suministro a muchas de las mayores empresas del planeta que tienen inversiones en esos países porque ahí hay oportunidades de crecimiento significativas, dice el informe.

Algunos de los países de más alto riesgo tienen importantes resultados económicos, pues se alimentan de grandes poblaciones de ciudadanos pobres, muchos de los cuales viven en tierras marginales, como las llanuras expuestas a inundaciones, la fuerza de trabajo en riesgo elevado y sin los recursos necesarios para establecerse de nuevo, luego de las consecuencias de un evento importante.

Según Maplecroft, estos países pueden tardar años en recuperarse de un evento en una escala similar a la del terremoto de Japón.

Un año después del sismo ocurrido en la cuarta mayor economía del mundo, Japón, este país ha vuelto a los niveles de producción económica y a las previsiones de crecimiento vistos antes del evento.

Nicaragua se mantiene en una zona de riesgo antes los desastres naturales. En el año 1992 se dio por primera vez un Tsunami que atacó toda la costa del Pacífico del país. En el mes de octubre de 1998 se presentó el estacionario huracán Mitch que dejó daños en Honduras y Nicaragua e inundaciones que afectaron la infraestructura de las vías de acceso. Casi de manera cíclica se dan esos acontecimientos de la naturaleza como el huracán Félix en el 2005. En el año 1972, hace 40 años, un terremoto destruyó Managua, la capital de Nicaragua dejando 20 mil muertos y 10 mil lesionados además de daños en la infraestructura que todavía no se han recuperado.