El Gobierno de Ecuador bajo la administración de Rafael Correa espera que el Reino Unido no cumpla su amenaza de arrestar al fundador de la página de filtraciones WikiLeaks, el australiano Julian Assange.

Ahora Correa espera una negociación en ambos bandos para que Assange logre llegar a Ecuador y tener la seguridad de asilo en ese país sudamericano.

"Esperaríamos ni siquiera una disculpa, no pedimos eso, pero aunque sea que Gran Bretaña se retracte del gravísimo error cometido al amenazar al Ecuador de poder violar su sede diplomática para arrestar al señor Julian Assange", dijo el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en una rueda de prensa en Guayaquil (suroeste del país).

Agregó que "pese a esa impertinencia, a esa grosera e inaceptable amenaza, seguimos abiertos al diálogo" para intentar superar la crisis a raíz del asilo diplomático concedido el pasado 16 de agosto por Quito a Assange de 41 años, de nacionalidad australiana, quien se encuentra refugiado en la embajada de Quito en Londres desde el 19 de junio.

El ministerio de Exteriores de Gran Bretaña envió una carta oficial para aplicar un reglamento local en el que pueden ingresar a la cede diplomática para capturar a Assange, esto fue rechazado por Ecuador.

"Las puertas del diálogo desde un inicio estuvieron abiertas, y no solo eso, estuvieron utilizadas, hubo un diálogo fluido, y continúan abiertas", agregó Correa.

El miedo de Assange es una extradición de Suecia para enviarlo a los Estados Unidos que le lleva una investigación y espionaje a través de la publicación de miles de documentos que dejan al desnudo las políticas de Estado en las guerras de Irak y Afganistán, dando puerta abierta a una condena de vida y hasta peor, la pena de muerte.