Tampa. El Partido Republicano invita a México a sumarse como aliado en la fusión de las guerras contra el narcotráfico y el terrorismo, según su plataforma nacional, en la que también convoca a la lucha contra el marxismo en el hemisferio y propone asegurar que el siglo XXI, como lo fue el XX, sea un siglo estadunidense a nivel mundial.
La guerra contra las drogas y la guerra contra el terror se han vuelto una sola, y mientras se reconoce a México y Colombia como nuestros aliados en esta lucha, se propone un esfuerzo unificado sobre crimen y terrorismo, con mayor coordinación de inteligencia y capacitación militar con México, afirma el borrador de política exterior de la plataforma del Partido Republicano.
Esta es la única mención de México en la sección de política exterior, aunque hay otras secciones que de alguna manera son referentes para la relación bilateral, como la postura antimigrante, y sobre política económica. La plataforma del Partido Republicano será presentada formalmente ante su Convención Nacional aquí este martes, pero la sección de política exterior del borrador ya elaborado fue filtrada por error y difundida por Politico y otros medios.
Obama ha dado espalda a AL
En torno a América, la plataforma afirma: resistiremos la influencia extranjera en nuestro hemisferio. Acusa que el gobierno de Barack Obama ha dado la espalda a América Latina, con resultados previsibles, y detalla que en lugar de apoyar a nuestros aliados democráticos en la región, Obama se ha enfocado en buscar negociar con nuestros enemigos. Abunda que Venezuela representa una amenaza creciente para la seguridad de Estados Unidos, y que ese país “se ha convertido en un Estado narcoterrorista” y una base de Irán en este hemisferio. Venezuela, añade, ha entregado pasaportes a miles de terroristas de Medio Oriente y ha albergado a “capacitadores… y operativos de Hezbolá”.
La plataforma subraya que “estaremos del lado de las verdaderas democracias de la región contra la subversión marxista y los capos de narco, ayudándolas a volverse alternativas prósperas ante el modelo en colapso de Venezuela y Cuba”.
En cuanto a Cuba, afirma la amistad con su pueblo y que se espera su reunión con el resto de nuestra familia hemisférica. Al régimen de Cuba lo califica de anacrónico y reliquia momificada de la edad del totalitarismo, y lo acusa de ser un Estado promotor del terrorismo. Sin disfrazar el tono intervencionista, tan común en ese partido, afirma: rechazamos cualquier sucesión dinástica del poder por la familia Castro, reitera los principios de la ley Helms-Burton para mantener el bloqueo y “renovamos nuestro compromiso con el valiente movimiento pro democrático como protagonista de la inevitable liberación de Cuba….” Más allá, propone fortalecer la transmisión de Radio y TV Martí, la promoción de acceso a Internet y de tecnología de elusión como instrumentos para fortalecer a la oposición cubana.
“Somos el partido de paz a través de la fortaleza. Profesando el excepcionalismo americano –la convicción de que nuestro país ocupa un lugar y papel único en la historia humana…”, empieza la sección sobre política exterior de la plataforma de Partido Republicano. Retoma el lenguaje de siempre de la defensa de la libertad, la cual se realizará de la misma manera en que se desafió el avance marxista mundial, promoviendo una paz duradera basada en la libertad y la voluntad de defenderla junto a los valores democráticos estadunidenses. Señalando que el siglo XX fue innegablemente estadunidense, afirma que con liderazgo firme y promoción de estos valores, el XXI será de grandeza estadunidense también.
Critica al gobierno de Barack Obama porque su estrategia subordina nuestros intereses de seguridad nacional a asuntos ambientales, energéticos y de salud internacional, y eleva el tema del cambio climático a una categoría de amenaza severa, mientras no menciona la guerra global contra el terror.
Afirma que “tal como comprobó Ronald Reagan por su conclusión victoriosa de la guerra fría, sólo nuestra capacidad para emplear un poder militar abrumador puede disuadir verdaderamente a los enemigos de Estados Unidos de amenazar a nuestro pueblo y nuestros intereses nacionales”.
En otros rubros, afirma que su partido no acepta la jurisdicción del Tribunal Criminal Internacional, para proteger a los militares y otros representantes de Estados Unidos de fiscalizaciones ideológicas.
La plataforma elaborada por la cúpula del partido es resultado de negociaciones de diversas corrientes, y en esta edición refleja el creciente peso del ala ultraconservadora del partido. Sin embargo, sobre los principios de política exterior, el consenso dentro del partido, incluso entre los dos partidos, es más amplio que en otros rubros. Por ejemplo ese concepto de la supremacía política, económica y militar, acompañado por la noción de un pueblo escogido por Dios, o sea, la excepcionalidad, compartido por la cúpula política del país.
A la vez, vale enfatizar que las plataformas que elaboran ambos partidos no imponen ninguna obligación ni rigen de manera obligatoria a los candidatos. Aunque, por otro lado, sí son expresiones de la postura negociada dentro del partido y, aunque sirven más para complacer a diversos sectores y corrientes internas, revelan el resultado de la negociación entre cúpulas y bases activas.
De hecho, el ámbito de política exterior no es parte clave de esta contienda electoral –hay pocas diferencias en los hechos–, aunque parte de la estrategia para esta convención era introducir las posturas del candidato presidencial Mitt Romney y exhibir el apoyo a éstas por una amplia gama de figuras reconocidas del partido. Éstas participan en foros, ofrecen entrevistas y estarán entre los oradores en la convención, gente como la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice y el ex embajador ante la Organización de Naciones Unidas John Bolton, así como el senador John McCain, entre otros.
No van a ver mucha novedad. Romney ha demostrado la forma en que abordará esto en la tradición de Truman, Kennedy y Reagan, en contraste con el gobierno de Obama, el cual de verdad está fuera de la norma y es radical, comentó al sitio The Cable, de la revista Foreign Policy, Rich Williamson, asesor del candidato.