A partir del proyecto del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) se ha logrado obtener y medir la temperatura más alta jamás conseguida en el planeta equivalente a 5.5 trillones de grados centígrados, es decir, 100 mil veces mayor a la temperatura en el centro del Sol, concluyeron especialistas reunidos en “La Semana de Física de Alice” (The Week Physics Alice), que se realizó en México.
Los científicos involucrados en el Proyecto ALICE del LHC que por primera vez se reunieron fuera del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), concluyeron que esa temperatura obtenida es 50 por ciento más alta al récord anterior que lo tenía el proyecto Relativistic Heavy Ion Collider (RHIC), de Estado Unidos, alcanzada tras el choque de iones de oro.
Gerardo Herrera Corral, miembro del Proyecto ALICE y adscrito al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) precisó que ese récord en temperatura producido en laboratorio, es una de las más altas en el Universo y probablemente sólo en el centro de alguna estrella supernova se pueden encontrar algo así.
El también líder de la Delegación Mexicana en el Proyecto ALICE explicó que ese récord de temperatura se logró al hacer colisiones con iones de plomo que son más densos que el oro.
ALICE, dijo, tiene el objetivo llevar la materia a condiciones extremas, muy parecidas a las ocurridas en el Universo temprano, por lo que recrear esas condiciones significa alcanzar temperaturas muy altas.
“Después del Big Bang, en el primer microsegundo del Universo, su temperatura fue de este orden (5.5 trillones de grados centígrados); por lo tanto, el que se haya logrado obtener en el laboratorio y de manera controlada es un logro, porque muestra las condiciones del universo temprano”, sostuvo.
Herrera Corral, investigador del Departamento de Física del Cinvestav, comentó que otros de los tema que se discutieron en la reunión realizada en Puebla, fue la sugerencia de que el Universo temprano a diferencia de lo que se pensaba, parece que fue líquido y no un gas como hasta ahora se creía.
“Se pensaba que el plasma de quarks y gluones (que dio origen al Universo) se iba a comportar como un gas extremadamente caliente, pero en realidad no está ocurriendo así, lo que se ha observado se puede explicar mejor si se parte de un líquido perfecto que no presenta viscosidad y que es probablemente el líquido primordial con el que se originó el Universo”.
Sobre el tema se han venido estudiando la colisión de protón-protón y de iones pesados, plomo-plomo, a finales de enero y principios de febrero se tiene programada una corrida especial en el CERN para la colaboración ALICE, con el fin de estudiar la interacción de protón-plomo. “Sería la primera ocasión en que se va estudiar un sistema así; se tendrá muestra de colisiones de protón-protón, una plomo-plomo y una de protón-plomo”.
En dos años que lleva ALICE corriendo, se han observado que hay una supresión en la producción de chorros de partículas, esto obedece a ciertos fenómenos que se entienden a nivel microscópico y se conoce la probabilidad con que debe ocurrir este fenómeno; normalmente cuando dos protones chocan producen dos chorros de partículas que salen en direcciones opuestas.
Pero cuando se trata de observar eso en la colisión de plomo-plomo, por alguna razón sólo aparece uno de ello y se dice que uno de los chorro de partículas es suprimido; la razón que se ha dado para explicar el fenómeno se da en términos de la aparición de un nuevo estado de la materia al que se llama un plasma de quarks y gluones, estos estudios tienen el objetivo de establecer las características del plasma y cuáles son sus propiedades, para entender mejor el universo temprano.
ALICE tiene como meta fundamental el estudio del Universo temprano, es decir, conocer el comportamiento de la materia en condiciones extremas de temperatura y densidad y eso tiene relevancia para entender la estructura elemental de la materia, en lo que se llama cromodinámica cuántica y ayudará a entender mejor como era el universo apenas unos micro segundos después del Big Bang.