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La segunda votación consecutiva en el marco de las primarias republicanas perfila el liderazgo de Mitt Romney. Recibe el 36,4% de aceptación como futuro candidato a la presidencia en Nuevo Hampshire, frente al 24,5% de los votos a favor del congresista Ron Paul.
Unos 250.000 militantes del Partido Republicano acudieron a las urnas en el pequeño estado nororiental de EE. UU. este martes.
Una bien inmueble, que el candidato y ex gobernador de Massachusetts tiene en territorio del colindante Nuevo Hampshire, resultó clave para lograr la afinidad con los electores locales. Mientras tanto, los expertos destacan su divergencia, en varios temas, con los valores tradicionales del Partido Republicano.
Así, el experto en el marketing político y editor de la revista 'Campaigns&Elections', Israel Navarro, opina que dentro del campo republicano “se está sacrificando mucho en aras de tener una opción sólida”. Además de los aspirantes a la presidencia que apuestan a la plataforma partidista, dice el politólogo, hay tanto candidatos como electores quienes “están tomando más en cuenta que la opción que ellos eligen como su candidato sea suficientemente sólida para ganar la elección ante el presidente Obama”.
A su juicio, “mucho de eso explica por qué Mitt Romney es el puntero en este momento”. “Si Romney de alguna manera no representa los valores más arraigados del Partido Republicano —prosigue Navarro— creo que en el interior del partido sí está percibido como la opción más viable que podría vencer al presidente Obama, que tendría las mayores oportunidades de ganar la elección”.
Los sondeos le prometen a Romney más éxitos en la primera serie de las elecciones primarias: en Carolina del Sur, Florida y Nevada, entre otros estados, donde la votación va a celebrarse próximamente. Es más, en Virginia solo él y Ron Paul se han clasificado para ser sometidos al sufragio de los partidarios, dejando a los otros candidatos fuera de las papeletas.