La muerte no fue la excusa para que un hombre tailandés, Chadil Deffy, no se casara con su novia, Ann, quien murió en un accidente de tráfico.
La ceremonia se realizó cuatro días después del percance automovilístico en el que los novios vistieron con trajes de matrimonio ella con un vestido blanco y él con un traje y sombrero de copa negros.
El joven, de 28 años, invitó para la ceremonia budista a sus familiares y amigos a través de su Facebook (facebook.com/chadildeffy).
“Nuestro amor fue algo muy grande, pero por lástima no podemos viajar al pasado y cambiarlo. La vida es corta, hoy cumplo mi deseo y agradezco a todos los que están presentes”, declaró el novio durante el casorio.
Deffy, aseguró que unos de los mejores regalos de bodas sería un reencuentro con su amada en su próxima vida.
La muerte está muy presente en la cultura budista, en los funerales los allegados hablan distendidamente, rara vez derraman una lágrima y los monjes llegan a meditar sobre cadáveres para recordar lo efímera que es la vida.