Son 57 kilómetros entre paso de montaña (selva nublada) y tramos de costa. Es el sendero venezolano de interpretación más importante desde el punto de vista histórico, geográfico, botánico, zoológico, que para los avezados o noveles exploradores o practicantes del senderismo es un privilegio conocer. Es el camino que une a dos singulares pueblos: Turmero y Chuao, y para ello se debe vencer la cordillera montañosa del centro de Venezuela denominada Parque Henrry Pittier, que tiene una superficie de 107.800 hectáreas, ubicado en la zona norte del estado Aragua, que comprende gran parte de las costas aragüeñas y de la zona montañosa del estado Carabobo. Esta ruta fue durante mucho tiempo, un camino real usado por los grandes cacaoteros del pueblo de Chuao (en la costa de Aragua) para salir al valle donde esta ubicada la principal ciudad de esa región, Maracay. Hoy ese paso, en algunos de sus caminos hay que redescubrirlos porque la selva parece que trata de ocultarlos para despistar.
Los exploradores deben enfrentarse a una topografía irregular, conformada por fuertes pendientes y angostos valles transversales en la vértice norte. Todo este paisaje abrupto pertenece al sistema montañoso de la la Cordillera de la Costa, formado por rocas metamórficas del mesozoico, que datan del cretácico, aproximadamente unos 70 millones de años. También se encuentran allí rocas básicas y ácidas: Los pequeños valles son paisajes del cuaternario reciente. Estos paisajes montañosos son muy dinámicos y con cierta periodicidad ocurren deslaves en zonas de pendientes muy inclinadas, bajo condiciones de lluvias torrenciales pertinaces.
Para los observadores de las aves, es encontrase con uno de las grandes santuarios del mundo. Allí se albergan 520 especies de aves, que representan aproximadamente el 41,6% de la avifauna nacional y el 6,5% del total mundial de especies de aves. Así mismo, es el paso aéreo demuchas especies migratorias, tanto aves como insectos voladores. Igual, es el hogar de al menos 22 especies endémicas o de distribución restringida, algunas amenazadas de extinción, como el paují copete de piedra (Pauxi pauxi), ratón acuático endémico (Ichtyomys pittieri), perrito de agua marsupial (Chironectes minimus), jaguar (Pantera onca), puma (Puma concolor), cunaguaro (Felis pardales), mono araguato (Alouatta seniculus), danta (Tapirus terrestres), cuchicuchi (Potus flavus) y comadreja (Eira barbara).
A los estudiosos de la flora, es la oportunidad de observar los herbazales y arbustales litorales, bosques deciduos y semideciduos estacionales, bosques nublados costeros. En las faldas, bosque xerofítico, bosque arbustivo seco deciduo, vegetación de sabana y bosques muy húmedos perennifolios transicionales con influencia marítima. En la montaña alta, selva nublada y selva nublada superior. Humedad relativa muy alta: sobre los 1.000 msnm. Sus mas insignes habitantes nos dan la bienvenida: los chaparros (Curatella americana, Boudichia virgiloides), las majaguas (Heliocarpus sp.) y el palo maría (Triplaris sp.) de los bosques de menor altitud. El cucharón o niño (Gyranthera caribensis) del bosque nublado, al igual que las palmas macanilla (Bactris setulosa), caña molinillo (Chamedorea pinnatifrons), prapa (Wettinia praemorsa) y otras de los géneros Geonoma, Hyospathe y Socratea. Las aráceas, orquidáceas, bromeliáceas y piperáceas destacan en el grupo de las plantas epífitas. En el sotobosque sobresalen los platanillos con varias especies del género heliconia.
Tras una agresiva e inclinada bajada, se llega a los bosques de costas y de ahí hasta el emblemático pueblo de Chuao. Donde según la Reina Isabel de España, es el lugar donde se produce el mejor cacao del mundo. Enclave de afrodescendientes, que en esa mezcla de ríos, playas, comida de mar y el hipnótico ritmo de los tambores, a más de uno lo ha hecho pensar que ha llegado al paraíso.
La Ruta del Cacao, definitivamente es uno de los caminos al cielo.