La empresa finlandesa Nokia, creada en 1865, siempre se había mantenido a la vanguardia de la comunicación móvil, pero ahora está perdiendo posiciones. ¿Tendrá la compañía que ceder su mercado?
En 1981, Nokia desarrolló un nuevo estándar para la comunicación móvil, el NMT (Nordic Mobile Telephony) que combinaba una variedad de tecnologías. La firma estuvo también entre las primeras que elaboró un nuevo estándar de comunicaciones móviles mundiales, el GSM (Global System for Mobile Communications). Después creó nuevas normas para las pantallas del ordenador. Y en 1997, era la creadora de casi todos los estándares con los que operaban los teléfonos celulares. Nokia se mantuvo en primer plano hasta el inicio del siglo XXI. Sin embargo, ahora pasa por sus peores tiempos.
Las tecnologías de Apple y Samsung presionaron a la compañía finlandesa no solo en el mercado de la telefonía móvil. Las preferencias de los consumidores se desviaron a estos competidores directos e impactaron negativamente los ingresos de Nokia. En 2011, durante tres trimestres consecutivos la firma ha sufrido pérdidas, que han significado daños totales por al menos 1.500 millones de euros.
Nokia Siemens Network también sufre pérdidas. Su reestructuración y reorganización requiere inyecciones de dinero y si la empresa no puede negociar con los bancos JP Morgan, Citibank y Bank of America sus préstamos, entonces muy pronto tendrá que declararse en quiebra.
Además, la compañía ya vendió su planta en Rumania, situada cerca de la ciudad de Cluj. A esto se suman las desafiantes declaraciones de Samsung, que no percibe a Nokia como un rival relevante en el mercado de teléfonos inteligentes, pues las ventas de sus smartphones aumentaron en un 10%.
La competencia impulsa el progreso, pero solo el tiempo dirá si los ejecutivos de Nokia podrán recuperar su pedestal tecnológico.