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Vegetar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana.
Vegetar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás. Es tomarse la presión.
Deambular por consultorios médicos. Tomar remedios multicolores. Alejarse de las gratificaciones.
Observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo. Cuidarnos del frío, del calor,
de la humedad, del Sol y de la lluvia.
Por favor no te empeñes en vegetar, búscate un amante, se también un amante y un protagonista... de la vida. La psicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental: "Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida".
Fuente: PowerPoint.org
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