Reino Unido planea enviar a las islas Malvinas un submarino nuclear, afirman medios británicos. Según el periódico 'Daily Mail', el submarino se uniría al buque de guerra HMS Dauntless, que desde abril estará patrullando las costas de las islas.

Un representante del ministerio británico de Defensa se negó a comentar esta información esgrimiendo que no se habla de movimientos de submarinos "por razones de la seguridad operacional”. Los medios añaden que el submarino podría ser el HMS Tireless o el HMS Turbulent, equipados con misiles de crucero Tomahawk.

La tensión que enfrenta a Argentina y Reino Unido en torno a las islas va en aumento. Aunque tras la guerra de 1982, los británicos se atribuyeron su soberanía sobre las islas, en los últimos tiempos Argentina intenta reanudar el diálogo sobre el tema.

Mientras tanto, el príncipe Guillermo, cuya llegada esta semana a las islas fue recibida con protestas en Argentina, empezó el sábado su servicio como segundo piloto de helicóptero en estos territorios, donde pasará seis semanas.

Si bien Argentina ve implicaciones políticas en la visita, Reino Unido rechaza esta suposición y se refiere a la llegada de Guillermo a las islas como una rotación de rutina dentro de la escuadrilla donde sirve el príncipe. El jefe de los servicios de rescate donde Guillermo pasará su práctica explicó que el trabajo en las islas es “una experiencia única” debido al clima y las condiciones especiales que reinan allí.

Paralelamente, el primer ministro británico, David Cameron, calificó la intención de Buenos Aires de impugnar la soberanía de las islas de “colonialismo”, mientras que la diplomacia argentina acusa a Londres de “militarización del conflicto” y aboga “más diplomacia y menos armas”. Mientras tanto, los argentinos no admiten discusión, ya que -afirman- "las Malvinas son argentinas".

Argentina cuenta con el respaldo de otros países latinoamericanos, entre ellos los integrantes de ALBA. Además, el bloque regional Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, se ha puesto de acuerdo para impedir que recalen en sus puertos embarcaciones con bandera de las islas Malvinas.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, agradeció este apoyo asegurando que "Malvinas no es una causa argentina", sino "una causa global". "En Malvinas se nos están llevando recursos pesqueros y petroleros. Y cuando se les terminen los recursos, los que tengan recursos piensen que los que tengan la fuerza los van a ir a buscar a donde sea y como sea", remachó.