Sauli Niinistö, de 63 años, ha ganado las elecciones presidenciales finlandesas celebradas este domingo. Con el 97,3% de los votos escrutados, un 62,3% de los ciudadanos le ha preferido en segunda vuelta sobre el 37,3% que ha votado al candidato de la Liga Verde, Pekka Haavisto.
Con la victoria de Niinistö, el conservador Partido de Coalición Nacional se consagra como la principal fuerza política, tras las victoria del actual primer ministro Jyrki Katainen en las parlamentarias del año pasado.
Niinistö fue presidente del Parlamento en la legislatura anterior y candidato a la presidencia en 2006, cuando perdió frente a Tarja Halonen. De perfil liberal-conservador, se ha ganado la enemistad de los sindicatos al mostrarse partidario de sanciones más duras para los huelguistas.
El primer presidente no socialdemócrata que tiene Finlandia en 30 años verá sus atribuciones reducidas tras la última reforma constitucional. Su papel se limitará fundamentalmente a dirigir la política exterior no-europea en coordinación con el Gobierno y a ser el líder del Ejército.
Entre sus últimas propuestas electorales, ha planteado la posibilidad de ligar las importaciones finlandesas al respeto a los Derechos Humanos en cada país. Recientemente apoyó la decisión de comenzar la retirada de la participación de su país de Afganistán a lo largo de este año. Ha sido el candidato más cercano a la posibilidad de entrar en la OTAN en un país que se precia haber mantenido la neutralidad a lo largo de la Guerra Fría.
Partidario de la austeridad fiscal, bajar los impuestos y estimular la competitividad, ha sido ministro de Justicia, Economía y viceprimer ministro a lo largo de los años 90. Tiene dos hijos y, tras enviudar, se casó por segunda vez con la jefa de prensa de su partido, Jenni Haukio, de 34 años. Es también conocido como superviviente del tsunami que asoló el Índico en 2004. Escapó junto a uno de sus hijos trepando a un poste de electricidad.
Tras una primera vuelta que levantó el temor a la resurrección del discurso antieuropeo que marcó las elecciones de abril de 2011, la segunda ha transcurrido sin sobresaltos, con los medios desgranando el perfil de cada candidato y siguiendo los debates televisados.
“Tal vez la atmósfera de incertidumbre y cierto miedo que reinaba la pasada primavera haya sido reemplazada por una valiente, abierta y optimista tolerancia internacional”, declaró el primer ministro Katainen al ir a votar esta mañana.