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Bolivia.- Ayer fue inaugurada la 42 Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), para discutir como tema central la "Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas".
Sin embargo, la reforma del sistema de derechos humanos de la OEA, que es rechazado por Ecuador, Venezuela y sus aliados, fue objeto de atención en el evento.
El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el presidente boliviano, Evo Morales, destacaron ese debate sobre derechos humanos, que tendrá decisiones al acabar el martes la Asamblea, en la que no están la mitad de los cancilleres, incluida la secretaria de Estado Hillary Clinton.
El foro de Cochabamba fue anunciado como la oportunidad para que 34 gobiernos, todos los de América salvo Cuba, estudiaran la situación de 53 millones de personas que sufren hambre crónica o desnutrición en el continente, pero el tema paso a segundo plano.
Insulza pidió a los gobiernos ser "especialmente cuidadosos" al debatir sobre el sistema de derechos humanos de la OEA, el organismo más antiguo del mundo en integración regional, porque tiene "un prestigio bien ganado", incluso en tiempos "duros de las dictaduras y las guerras internas".
"Pero es un hecho también que en el último tiempo han surgido algunos problemas que debemos resolver, no para actuar contra el sistema, sino para perfeccionarlo y fortalecerlo", dijo Insulza, dando gusto a ambos bandos.
Las reformas de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos serán decididas por los cancilleres, o sus delegados, en su última sesión de trabajo.
"La OEA y sus países miembros necesitan una Comisión y una Corte de Derechos Humanos autónomas y fuertes. Pero estos organismos también deben considerar en su actuación los puntos de vista de los gobiernos democráticos del hemisferio", abogó Insulza.
El secretario insistió en que espera que esta Asamblea "adopte, con la prudencia necesaria, las decisiones para continuar constructivamente el proceso de fortalecimiento del sistema".
En cambio, el presidente de Bolivia, Evo Morales, dio un ultimátum: la OEA tiene solo dos caminos: "muere al servicio del Imperio (EEUU) o renace para servir a los pueblos de América".