Los pescadores que se quedaron a la deriva en alta mar durante días, relataron la pesadilla que les toco vivir hasta ser rescatados por las autoridades guatemalteca, que los rescato del peligro a sus vidas que esto significó.
Sin nada que comer, sin agua potable, cada hora que pasaba contaba para decidir el futuro de sus vidas, dijeron los cuatro pescadores nicaragüenses, quienes aseguraron que para apaciguar la sed tuvieron que tomarse la sangre de una tortuga.
La razón de esto es porque el sol los deshidrataba poco a poco y uno de los marineros, el capitán Ricardo Mendieta de 37 años de edad, dijo que en los momentos más difíciles entre ellos mismos, realizaban rezos y esperaron alguna bendición de Dios para obtener agua potable que no tenían.
Los pescadores revelaron que en medio de la pesadilla comenzó a llover y lograron recoger un poco de agua para beber, y fue la primer respuesta de Dios, después volvieron a suplicar por lluvia pero no paso nada, de pronto observaron que una tortuga se asomo a su embarcación y la capturaron, pues piensan que fue una respuesta del todo poderoso.
El sol lo lograron calmar con un plástico que siempre cargaban en la embarcación, dijo el capitán Mendieta, mientras el frío lo lograban calmar con unos suéteres que mantenían en el mismo barco.