Los gobiernos de China y Taiwán se encuentran fuera de consenso ante las medidas a tomar en contra del calentamiento global, durante la Cumbre del Cambio Climático de Doha, sumadas las diferencias que tienen por el problema territorial que ha subido de tono este año, no llevará a ningún lado para alcanzar un consenso.
Cabe señalar que ambas son la segunda y tercer economía mundial, siendo China la que produce mayor dióxido de carbono, espera que Japón, siendo una de las naciones más desarrolladas, ayude a través de acciones, que las nacionalidades en desarrollo hagan lo mismo.
Para Japón no es posible acceder al acuerdo puesto que los grandes contaminantes del mundo, como lo son China, EE.UU. e India deberían estar bajo las mismas restricciones a través de los acuerdos que se alcancen en la Cumbre.
El máximo negociador en Doha negociador de China, Xie Zhehua, afirmó que su país tiene la “mente abierta!” para discutir en esta ocasión el futuro medioambiental del planeta. Para algunos críticos la posición china ha sido igual en los encuentros de Copenhague (2009), Cancún (2010) y Durban (2011), que al final terminan en gran controversia con las potencias más desarrolladas.
"Continuaremos impulsando las negociaciones, pues el cambio climático es un reto común, aunque nuestra actitud continúa sin cambios", declaró el también vicepresidente de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo.
China mantiene que aunque no mantenga obligaciones externas para disminuir las emisiones, va a hacerlo a través de sus políticas nacionales, puesto que en el país ha ido en aumento la concienciación sobre la degradación ambiental (y las protestas ciudadanas por ello).
Afirma, por ejemplo, que el país tratará de no emitir 730 millones de toneladas anuales a través de la puesta en práctica de 4.500 proyectos de energías alternativas.