Los sindicatos griegos comenzaron ayer una huelga que durará dos días para exigir al Gobierno a rechazar la aprobación de nuevas medidas de austeridad en la crucial elección de mañana del Parlamento.
El país mediterráneo desde ayer prácticamente esta detenido por el paro laboral, que afectó en alta medida al transporte terrestre y al marítimo, cuando una veintena de vuelos fueron cancelados y cerca de cincuenta sufrió retrasos.
En los sectores de la construcción y otras industrias de importancia, la huelga fue seguida en un seguimiento del 90 %, y fue del cien por cien en las refinerías y los puertos, de acuerdo a los datos de la confederación de sindicatos de trabajadores del sector privado, GSEE.
En cuanto al sector público, la convocatoria de huelga fue respaldada por entre el 57 % y el 85 % de los funcionarios, dijo una fuente de ADEDY.
Sin embargo, en cuanto al comercio la participación fue significativamente menor, a pesar del llamamiento a participar en la huelga de las asociaciones de pequeños empresarios y comerciantes, ESEE y GSEVEE.
Alrededor de unas 45.000 personas marcharon por el centro de Atenas en las dos manifestaciones convocadas, por los sindicatos una y por el Partido Comunista otra, bajo pancartas como "Las personas por encima de todo. No a las medidas" o "Abajo el Gobierno, fuera la troika".