Tokio - El mega grupo Nissan Motor analizó ayer a la baja sus análisis de resultados para este ejercicio fiscal, a través de un difícil entorno para la industria nipona de motores para después anunciar que la de Suzuki para dejar de vender coches en EEUU.

Nissan, segundo fabricante automovilístico japonés por detrás de Toyota, obtuvo entre abril y septiembre un beneficio neto de 1.770 millones de euros, un 2,8 por ciento menos que el año anterior, y un beneficio operativo de 2.860 millones de euros, un 7,3 por ciento menos.

El fabricante que tiene como modelos el Serena o el eléctrico Leaf que han sido forzados a afrontar obstáculos como un yen más fuerte frente al euro y el dólar, la crisis en Europa y el problema territorial con Pekín, trayendo consigo una baja en las ventas de autos japoneses dentro del territorio de China.

Los números hablan por sí solos debido a que Nissan logró vender 269 mil vehículos entre los meses de julio y septiembre, pero hubo 13.8 por ciento menos de las ventas inferiores a las comparadas con las del año pasado., logrando venderse menos de 585 millones de euros.

De acuerdo a la firma ante el bloque para lograr vender dentro de China, la empresa perdió 585 millones de euros ante los resultados fiscales para este año.