SACRAMENTO, California - La siguiente es una declaración del reverendo Samuel Rodríguez:
"Primero, permítanme felicitar al Presidente en su reelección. Oro por que nuestro Presidente sea un instrumento de Dios para unir a nuestra nación. Oro para que reconozcamos la imagen de Dios en todo ser humano (dentro y fuera del vientre), fortalecer a las familias, defender la libertad de religión a nivel nacional y en el exterior, aliviar la pobreza, proteger nuestro sistema de valores judío-cristianos y promover la causa de la reforma inmigratoria.
Segundo, es importante comprender que nuestra nación está dividida. Los resultados de las elecciones presidenciales 2012, refuerzan el hecho de que lo que más necesita América no es un movimiento político impulsado por la conveniencia y agendas de un hombre sino un movimiento profético impulsado por el ímpetu de la cruz.
A ese respecto, estoy convencido más que nunca que la única agenda que puede salvar y unir a nuestra nación, no es la agenda del burro o el elefante, sino la agenda del cordero.
La agenda del cordero está basada en rectitud y justicia. Necesitamos un movimiento cultural de reino multiétnico impulsado por la cruz que reconciliará el mensaje de Billy Graham con la marcha del Dr. Martin Luther King Jr. En otras palabras, necesitamos un movimiento dedicado a proteger la vida y aliviar la pobreza, fortaleciendo los matrimonios y haciendo justicia en nombre de Jesús. No es cuestión de elegir uno u otro, es todo.
A fin de proteger nuestro sistema de valores judío-cristianos, defender la imagen de Dios en todo ser humano (dentro y fuera de vientre), asegurar la libertad de religión, reformar la cultura, transformar nuestro discurso político y marcar el inicio de nuevo despertar, debemos reconciliar la verdad con el amor, la convicción con la compasión, el sacrificio con el servicio y la santidad con la humildad.
Es momento de reconciliar el mensaje de rectitud de Billy Graham con la marcha de justicia del Dr. King. Es momento de centrarse, no hacia el lado izquierdo o derecho, sino más bien en el poder del Señor que está en las alturas con el propósito de levantar a los débiles. Ensalzado sea el nombre del Cordero".