Quince miembros de la tribu más amenazada de la Tierra han viajado, en un desplazamiento sin precedentes, a la capital de Brasil para instar al Gobierno a que expulse a los invasores ilegales y a que proteja sus tierras.
El viaje de los awás, que duró tres días, los llevó en autobús desde el relativo aislamiento de su hogar en la selva del estado de Maranhão hasta el centro de Brasilia, a 2.000 km de distancia.
La mayoría de ellos visitaba por primera vez la capital.
Los awás se embarcaron en el viaje para ver personalmente a las autoridades gubernamentales después de que ignorasen repetidamente sus llamamientos directos para que los ayudasen, entre ellos una campaña mundial de Survival International que hasta el momento ha generado más de 41.000 emails de protesta.
Los indígenas protestaron ayer a las afueras del Ministerio de Justicia de Brasil, el organismo responsable en última instancia de poner fin a la alarmante destrucción de su tierra. Estaba previsto que se reunieran con el ministro, pero el encuentro fue cancelado.
Los indígenas awás, junto con miembros de otras tribus, se reunirán a lo largo de la semana con la Fiscalía de Brasil, su Departamento de Asuntos Indígenas (FUNAI) y la oficina del Abogado del Estado.
El viaje cuenta con el apoyo de CIMI, una organización de derechos indígenas de Brasil.
La tala ilegal ha dejado a los awás, una tribu de 460 personas, cercados e incapaces de seguir viviendo como uno de los últimos pueblos cazadores-recolectores del mundo.
Rodeados por los colonos ilegales, y sin poder mantener su modo de vida autosuficiente a través de la caza, la tribu está cada vez más desesperada.
Según un reciente informe del centro de investigaciones Imazon, el territorio awá perdió más selva que ninguna otra reserva indígena entre los años 2009 y 2011: el 3.5% de su extensión total. Desde 1985 la rampante tala ilegal ha destruido el 30% de la selva en uno de los cuatro territorios awás.
Los datos vía satélite de la agencia de investigación espacial INPE también muestran que la reserva de Arariboia, hogar de unos 60 awás aislados), es una de las tres reservas indígenas que sufrieron la peor tasa de quema por los madereros en los meses de agosto y septiembre.
Survival ha hablado con un hombre awá, que ha dicho: “Los madereros van a destruir toda esta zona. Están cortando la madera y lo van a destruir todo. Los monos, los pecaríes [cerdos salvajes] y los tapires están huyendo. No sé cómo vamos a comer”.
Durante su viaje a Brasilia los indígenas también protestarán contra un proyecto de ley llamado Directiva 303 que prohíbe la expansión de los territorios indígenas.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: “Durante décadas los awás han sufrido la usurpación de sus tierras a manos de invasores sin piedad. Ahora, con este viaje a Brasilia, están tomando cartas en el asunto, y haciéndose oír en todo el mundo. Cada vez es más difícil para el Gobierno brasileño ignorar la indignación internacional por la invasión del territorio awá; su reputación está en juego”.