Gobernantes de América del Sur y Países Árabes (ASPA) no hicieron ningún pronunciamiento sobre la violencia en Siria en la declaración de clausura de una cumbre en Lima, ocasión que se acordaron alcanzar una mayor integración política y comercial.
La grave situación en la nación árabe y la necesidad de una intervención de la comunidad internacional para poner un alto a la violencia, es un asunto central durante el encuentro, pero no fue incluido en el pronunciamiento final.
El presidente del Perú, Ollanta Humala, clausuró la III Cumbre del ASPA con una declaración de que destacan "el apoyo al derecho del pueblo palestino, y de todas las naciones de su región, a la independencia y a vivir en paz y seguridad".
La referida "Declaración de Lima: paz con inversión" aún no se la ha entregado a la prensa finalizado el encuentro, justificando demoras en la redacción, según la cancillería peruana, pero entre los principales temas leídos por Humala no hicieron referencia a la guerra en Siria, tema para el que el secretario de la Liga Árabe, Nabil El-Araby, solicitó tratamiento especial.
"Las consecuencias de la crisis en Siria pueden ser catastróficas, no sólo para Siria sino para todo el mundo árabe. Tenemos que trabajar para poner fin a la violencia en Siria", había recomendado antes del encuentro El-Araby.
"La declaración conjunta de Lima se afirma en conceptos sobre la paz, el desarme, la no proliferación de armas nucleares, el respeto a los derechos humanos y el repudio a toda forma de terrorismo", dijo Humala al cerrar el encuentro.
"La cumbre ha aceptado la propuesta de los países árabes relativa a un desarme nuclear en la zona de Medio Oriente", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Irak, Hoshyar Zebari, que habló a nombre de los países árabes al concluir el encuentro que conglomeró a 11 naciones sudamericanas, excluyendo Paraguay, y 21 árabes, sin la presencia de Siria.
Pro su parte la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, había recordado que "los países sudamericanos y árabes pueden tener una intervención en la crisis siria a fin de que todas las partes acepten el camino de la paz y el diálogo, que es el único que puede dar una solución a este conflicto".
El presidente boliviano, Evo Morales, dijo ayer en Lima que "Chile es un peligro para la región", al referirse a supuestas amenazas de uso de la fuerza por parte de su par chileno, Sebastián Piñera, quien rechaza la demanda vecina.
"Chile es un país amante de la paz y respetuoso del derecho internacional", respondió Sebastián Piñera cuando se preguntaba de las afirmaciones del boliviano. "Para Bolivia y para Chile no es una opción, es una obligación respetar y honrar los tratados que hemos firmado", señaló.