El ataque contra el periodista boliviano, Fernando Vidal, causó el “repudio” de varios sectores de Bolivia y en el mundo. Los hechos son considerados como una “cobardía” ante la libertad de expresión.
Vidal, de 70 años, es propietario de Radio Popular en Yacuiba fue atacado por desconocidos al durante su programa radial mientras entrevistaba este lunes a dos personas por un caso de contrabando.
El incidente fue seguido en vivo por los oyentes del programa que salieron inmediatamente en su auxilio, según afirmó su yerno, el periodista Esteban Farfán.
La acción fue condenada por el gobierno boliviano, que anunció “una investigación acelerada y rigurosa”, según un comunicado del Ministerio de Gobierno.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, expresó de su lado su "absoluta condena por este atentado cobarde contra personas que cumplen su trabajo".
Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que agrupa a dueños de diarios del continente, calificó el atentado desde Miami como un "acto de extrema crueldad y alejado de los elementales principios de libertad de prensa y tolerancia", según el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la organización, Claudio Paolillo.
En un comunicado fechado en Londres, Amnistía Internacional (AI) había considerado previamente que "la investigación del incidente por parte de las autoridades bolivianas debe ser independiente e imparcial y los responsables deben ser llevados ante la justicia en el plazo más breve".
Un oyente de la radio de Yacuiba, José Centenaro, acusó de lo ocurrido a las "mafias" que existen en ese pueblo.
Tras recibir tratamiento por sus heridas, Vidal "está estable en una unidad de terapia intensiva con quemaduras por gasolina en una superficie corporal de un 40%, a nivel de la cara, cabeza, tórax y miembros superiores", informó el médico de la clínica Santa María, Javier Palenque, en declaraciones a la AFP.