El desempeño del PT, PMDB y PDSB a nivel nacional y la importancia de la ciudad de San Pablo. Los resultados de la segunda vuelta y el rol de Lula da Silva y Dilma Rousseff en el proceso electoral.
La segunda vuelta de las elecciones municipales 2012 terminó de dar forma al mapa político brasileño. El Partido de los Trabajadores de Dilma Rousseff consiguió imponerse no solo en San Pablo (principal ciudad del país) sino también en la mayor parte de las ciudades denominadas “grandes”. Si bien conquistó 16 de las 83 intendencias de más de 200 mil habitantes, sufrió un retroceso en relación a las elecciones de 2008, cuando había ganado en 20 de estas localidades. En total el partido gobernará el 20% del electorado brasileño (27 millones de electores).
El Partido Movimiento Democrático Brasileño fue el segundo en obtener mejores resultados a nivel nacional. Gobernará a 23 millones de electores, el 16,8% del total. El PMDB obtuvo mejores resultados en ciudades pequeñas, habiendo triunfado en 1022 distritos de menos de 200 mil habitantes.
En lo que respecta al Partido de la Social Democracia Brasileña, cuya principal figura es José Serra, obtuvo el 12,08% del total de votos nacionales, a cuatro puntos del PMDB. El PSDB consiguió mejores resultados que en la elección pasada, llevando de 13 a 15 la conquista de intendencias de ciudades grandes.
Si bien participaron 29 partidos, el 50% de los brasileños votaron a las tres fuerzas políticas mencionadas aquí. El PT, PMDB y PSDB gobernarán 2.369 municipios.
La elección que había despertado más interés del segundo turno fue la de San Pablo. Aquí Fernando Haddad se impuso sobre Jose Serra obteniendo el 55% de los votos. Esta victoria es de gran importancia para el Gobierno de Dilma Rousseff. Se da por descontado que traerá un acercamiento entre las autoridades paulistas y Brasilia. La nueva composición permitirá avanzar en temas de importancia como la renegociación de la deuda que el municipio mantiene con el Gobierno Federal. En un claro gesto político, Hadad viajó a Brasilia el lunes posterior a la elección. Una vez allí se dirigió al Palacio de Planalto donde manutuvo una reunión de 40 minutos con la Presidenta. La vitoria de Haddad permitirá al PT retomar el control de la municipalidad de San Pablo (Capital económica de América Latina) 8 años después de la salida de su anterior representante, la ex alcaldesa Marta Suplicy.
El rol del ex presidente Lula da Silva también merece una mención particular. Lula participó activamente en las campañas de 17 ciudades. Subió a escenarios, pronunció discursos y participó de caravanas electorales. El saldo es de 8 victorias y 9 derrotas. Asimismo, su mayor y más arriesgada jugada política fue en la ya mencionada ciudad de San Pablo. Allí apoyó a un hombre sin experiencia en elecciones y aun así resultó victorioso.
Otro aspecto de la jornada que vale la pena ser citado fue el alto porcentaje de votos en blanco y nulos. Mientras que en el primer turno electoral el 11% de los sufragios habían sido nulos o en blanco, en la segunda vuelta el número descendió al 9,8%. De todas formas este porcentaje representa el nivel más alto desde 1996.
Como balance general, y mirando la política nacional, Lula da Silva y Dilma Rousseff pueden ser identificados como los “ganadores” del proceso electoral. Lula consiguió imponer a su candidato en la principal ciudad del país, hasta ahora gobernada por la oposición. Más importante es esta victoria si se tiene en cuenta que por estos días se está desarrollando el denominado “Juicio del Siglo” o “Mensalão”. Allí se está investigando y condenado a los responsables del mayor esquema de corrupción de la historia de Brasil, el cual tuvo lugar justamente durante el Gobierno de Lula. Por su parte, Dilma, intervino activamente en muchas de las campañas locales y como consecuencia de los resultados su figura fue revalorizada puertas adentro del partido.
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