El ejército sirio y los rebeldes, que combaten desde hace 60 días, mantuvieron feroces combates por el control de Alepo, una ciudad de gran importancia estratégica en el conflicto en Siria.
Por otro lado de la frontera, en Turquía, el jefe diplomático del país, Ahmet Davutoglu, estimó que el vicepresidente sirio, Faruk Al Chareh, "es un hombre razonable" y podría reemplazar al mandatario sirio, Bashar Al Asad, tomando la dirección de un gobierno de transición en Siria para terminar la guerra civil.
La guerra comenzada por la sangrienta represión de una protesta pacífica en marzo de 2011 no muestra signo alguno de un corto desenlace.
Las batallas han causado más de 31.000 muertos, de a cuerdo a una ONG, y han dejado pueblos destruidos en su totalidad.
Los rebeldes, que controlan sectores del norte de Siria fronterizos con Turquía, siguen demostrando una fuerte resistencia a las fuerzas leales a Bashar Al Asad.
Ayer los rebeldes y el ejército tenían enfrentamientos en barrios de la ciudad de Alepo (norte de Siria), donde en ciertas zonas de la localidad recibieron el bombardeo de la artillería, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Cercano a Damasco, los cuerpos de diez personas asesinadas con armas de fuego, entre ellos un insurgente, fueron descubiertos, indicó el OSDH, citando a activistas de la zona, tomada en los últimos días por el ejército a través de fuertes enfrentamientos.
"Intensos combates enfrentan a fuerzas del régimen y rebeldes en los barrios de Sajur, Hananu y Midan (en el este de Alepo), y Sajur y Kalasa (centro) sufrieron el bombardeo de la artillería", indicó el OSDH en un comunicado.
De acuerdo a los habitantes, terribles enfrentamientos tuvieron lugar en Bab al Hadid y Shar. "Son los peores combates que hemos conocido desde el comienzo de la batalla de Alepo", afirman habitantes de Bab Al Hadid.