Brasil tiene tan solo tres meses para expulsar a los madereros ilegales de la tierra perteneciente a la tribu más amenazada del planeta antes de comenzar a incumplir una orden judicial. Sin embargo, Survival International puede afirmar que la tala aún continúa imparable dentro del territorio.
La cuenta atrás ha comenzado para el Gobierno de Brasil, que ha tenido años para hacer frente al problema.
El pasado 9 de diciembre un juez sentenció que un año era “tiempo suficiente para que los no indígenas sean expulsados, y para que se derriben las construcciones existentes en tierra awá”.
Sin embargo, la semana pasada se hicieron públicas sorprendentes pruebas de que los madereros ilegales trabajan ahora a seis kilómetros de las vulnerables familias awás.
Survival está vigilando esa inminente fecha límite y ha creado en su web un reloj con la cuenta atrás para recordar a las autoridades brasileñas el poco tiempo que les queda.
Stephen Corry, director de Survival International, ha declarado hoy: “Esto es una carrera contrarreloj. Brasil ha tenido tiempo más que suficiente para expulsar a los madereros ilegales y colonos de la tierra de los awás, pero apenas se ha hecho nada sobre el terreno. Si realmente quieren salvar a la tribu más amenazada de la Tierra y respetar sus propias sentencias, sacará de ahí a los madereros en los próximos tres meses”.
Hasta ahora se han enviado más de 33.000 mensajes de todo el mundo al ministro de Justicia de Brasil, en los que se le presiona para que haga más para proteger la tierra de los awás.
Estas acciones han llevado al departamento de asuntos indígenas de Brasil, FUNAI, a anunciar un programa especial para los awás.
Ha designado un nuevo equipo para supervisar el proyecto, que se especializa en ámbitos tales como protección territorial y salud.
Pero hasta que el ministro de Justicia de Brasil no envíe a la policía para expulsar a los madereros poco cambiará sobre el terreno.