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Siria está en el ojo de la tormenta internacional, aunque conflicto sigue sin resolverse.
La Unión Europea (UE) amenazó con aumentar las sanciones contra Siria para debilitar al régimen de Bashar al Asad y también contra Teherán que mantiene su programa nuclear, dos temas que tienen a la comunidad internacional sin avances.
"Hay un consenso para aumentar la presión en Siria", anunció elcanciller de Chipre, Erato Kozakou, tras terminar un encuentro informal de dos días de ministros de Exteriores europeos, en el balneario chipriota de Pafos.
"Hay un sentimiento generalizado de que hay que aumentar la presión sobre el régimen para conseguir el cese de la violencia y permitir el acceso de la ayuda humanitaria a todo el país", dijo el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, José Manuel García Margallo.
Los ministros Europeos acordaron además a dar su apoyo a la "transición democrática que permita establecer un nuevo gobierno representativo, inclusivo y respetuoso con los derechos y las minorías étnicas, especialmente los kurdos", añadió el canciller de España.
El conflicto sirio, lleva 18 meses sin futuro de terminar, y es uno de los principales desafíos de la diplomacia europea, ante la parálisis y fracaso de la ONU.
Los ministros ofrecen la participación de Rusia con la ayuda humanitaria con el objetivo de "involucrar" a Moscú en el proceso. Rusia, es el principal apoyo diplomático y militar del régimen sirio, ha vetado en conjunto con China los tres últimos intentos de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que esperaban aumentar la presión contra el régimen de Asad.
El canciller belga, Didier Reynders, afirmó en la cuestión invocando el principio del "deber de injerencia" en Siria, si Rusia y China se mantienen bloqueando resoluciones de la ONU. Según el ministro, "el debate que se plantea es: ¿dejamos instalarse esta guerra civil, que será cada vez más violenta (...) o consideramos que el deber de injerencia debe imponerse en un momento dado?".
En más de un año, la UE ha aceptado varias sanciones contra Siria, que incluyen un embargo a las compras de petróleo sirio y otro a las ventas de armas al régimen, para evitar que sea usado para la represión.