Los bancos centrales de naciones en desarrollo han realizado la venta de 45.000 millones de euros en 2012, disminuyendo las reservas en esta moneda en un 8%, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional.
En la actualidad la moneda del euro se utiliza para un 24% de las reservas de esos países, el índice de menor porcentaje desde 2002, en comparación que el máximo, del 31%, registrado en 2009, indica el periódico británico ‘The Financial Times’. En relación al dólar estadounidense se mantiene firme y es utilizado para un 60% de las reservas de economías emergentes.
Este paso demuestra cómo “el sueño de los fundadores de la moneda única se esfuma”, según el periódico. El euro “será la moneda internacional número dos, pero no se podría decir que haya posibilidades de competir con el dólar”, de acuerdo al profesor de Económicas de la Universidad de Harvard, Jeffrey Frankel.
El peso de la eurozona aún tiene la competitividad del euro como moneda de reserva. Pero “el nivel de integración en los mercados financieros de Europa” ha causado que el euro “haya cedido terreno” en el mundo de monedas internacionales, añade.
Al mismo tiempo, el dólar resguarda su posición aunque “nos dirigimos hacia un sistema de divisas múltiples", según el investigador principal del Instituto Peterson en Washington, Edwin Truman.
Para sus reservas o transacciones financieras internacionales, las naciones con economías emergentes escogen cada vez más frecuentemente monedas alternativas como el dólar australiano o sus propias monedas nacionales para disminuir su dependencia de la divisa estadounidense. China ha firmado acuerdos para potenciar estas prácticas con Japón, Rusia, Ucrania, Chile y Brasil.