Alrededor de 300 policías dejaron de vigilar las calles en Tegucigalpa para reunirse en la estación del barrio Belén, al noroeste de la ciudad en protesta por la baja de dos a uno, los fines de semana libres mensuales, informaron fuentes del movimiento. “Las calles están solas, exigimos que venga a dialogar el director general de la Policía Nacional”, dijo uno de los agentes.
Los organizadores anunciaron que todos los policías -14,500 a nivel nacional—, recibieron un fin de semana libre cada 15 días pero obtuvieron una circular del ministerio de Seguridad que indicaba que ahora es de cada 21 días.
Los agentes exigían la presencia del director Juan Carlos el “Tigre” Bonilla, pero quien llegó fue el portavoz de la Policía Nacional, comisionado Julián Hernández, quien razonó la decisión en que “el país está pasando una situación de emergencia” por la criminalidad.
En Tegucigalpa hay alrededor de unos 2,500 policías que tienen a cargo la seguridad en más de 500 barrios y colonias, la mayoría de los casos de elevada incidencia delictiva, con asesinatos, asaltos y extorsiones. “Yo soy de otro departamento, vengo de largo y tenemos derecho a estar con nuestras familias”, subrayó el agente.
Honduras reveló que hay un promedio de veinte homicidios diarios. El Observatorio de la Violencia señaló en el 2012 85.5 por cada 100,000 habitantes, la tasa más alta de mundo.