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actualizado 30 de abril 2013
Superhéroes en el mundo de ficción, enfermos terminales en un mundo real
Los superhéroes tendrían una gran enfermedad en la vida real
Cinvestav
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» Al igual que los superhéroes, en la vida cotidiana, los seres humanos estamos expuestos a diferentes tipos de radiación, la cual puede originar daños a la salud en una sobreexposición.

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A pesar de ser producto de accidentes en laboratorio o de un proyecto de investigación científica, donde fueron expuestos accidentalmente a radiación o a la mordedura de algún animal transmutado, la mayoría de los superhéroes carecen de un origen científico, dado que en el mundo real en lugar de super-poderes tendrían enfermedades terminales.

Ejemplo de ello, es Peter Parker, quien en una visita a un laboratorio es mordido por una araña radiactiva, lo cual de acuerdo a la historieta, le da la cualidad de trepar paredes, adquirir gran fuerza, agilidad y crear una bio-tela que simula las telarañas.

Para Hilda Mercado-Uribe, adscrita al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados Unidad Monterrey (Cinvestav-Monterrey), si ese caso fuera real, Peter Parker, en lugar de convertirse en el hombre araña, habría sido una fuente de radiación, en la que dependiendo de la cantidad de “veneno radiactivo”, podrían desencadenarse efectos iniciales en su organismo como náuseas, vómito, cataratas y caída de cabello.

En el marco del Día del Niño, Mercado-Uribe explicó que la historia no sería muy diferente para los 4 Fantásticos, quienes durante un viaje espacial, fueron bombardeados por rayos cósmicos, aunque los cuatro sobrevivieron, la radiación le confirió poderes como de elasticidad, fuerza o invisibilidad.

La doctora en Física detalló que en este caso los riesgos a la salud serían mucho mayores al estar en el espacio exterior, sin la protección de la atmósfera y del campo magnético terrestre.

“A medida que el viaje espacial se realice más lejos de la tierra y se prolongue por más tiempo, los rayos cósmicos dañarían de manera importante el ADN de las células de la persona, le ocasionarían problemas en sus funciones cerebrales y desarrollaría cáncer. Si esta persona es joven, tiene mayor probabilidad de padecer los efectos de la radiación, y heredarlos a sus hijos”.

En el caso del científico, Bruce Banner, quien queda expuesto a la radiación a partir de una bomba gamma, lo que lo transforma en un ser monstruoso (Hulk) de color verde dotado de gran fuerza que pasa por estados de furia, excitación y miedo, sin embargo, ¿qué daños a la salud, ocasionaría este fenómeno en una persona?

“La radiación gamma, que consiste en fotones que viajan a la velocidad de la luz, se absorbería en el organismo de esa persona, ocasionando daños en las células. Los daños más probables se presentarán en los leucocitos (células sanguíneas que nos protegen de agentes extraños). También habría lesiones en la piel y las mucosas del organismo, caída de cabello, probables hemorragias, y además, tendría más probabilidades de desarrollar cáncer”.

La investigadora adscrita al Laboratorio de Dosimetría y Física del Agua del Cinvestav Monterrey, revela que en la vida cotidiana, los seres humanos estamos expuestos a diferentes tipos de radiación provenientes de fuentes naturales y artificiales; sin embargo, para desilusión de los niños, no se desarrollan superpoderes, pero sí daños cuando hay una exposición que sobrepasa los límites habituales.

“Los riesgos a la salud por exposición no controlada a la radiación dependen del tipo de radiación y de su energía, así como del tiempo de exposición. Pueden aparecer efectos menores, como el enrojecimiento de la piel, náuseas y vómitos, hasta daños más serios, como mutaciones en el ADN, la inducción de cáncer, e incluso la muerte, si la cantidad de radiación que se absorbe es muy grande y ocurre en un tiempo corto”, explicó la investigadora.

De manera natural tenemos la radioactividad del suelo y las rocas (causada por elementos como el potasio-40, el torio-232 y el uranio-238), los rayos cósmicos, para los que la atmósfera actúa como un filtro, disminuyendo la cantidad de esta radiación que llega a la Tierra, y el radón, un gas inodoro que encontramos fundamentalmente en el ambiente y que se filtra hasta el interior de nuestras casas desde el subsuelo, principalmente.

Por otro lado, explica Mercado-Uribe, las fuentes artificiales de radiación a las que estamos expuestos son fundamentalmente producidas por el hombre en diversas actividades como las aplicaciones médicas, la generación de energía, y en menor medida, las radiaciones producto de los ensayos atómicos.

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