¿Inició la tradición festiva de Santo Domingo de Guzmán, en 1885, como lo popularizó a finales de los años 60 y luego publicó en 1977 el P. Ignacio Pinedo, en su libro “Religiosidad Popular”?
Después de una investigación documental, he llegado a la conclusión que las fiestas de Santo Domingo de Guzmán, no iniciaron en 1885, sino que son originarias de principios del Siglo XIX, próximo pasadas las fechas de Independencia de España.
¿Por qué el P. Pinedo asumió que la fiesta inició en 1885? Porque decidió creerle al testimonio de Julián García Lara, quien afirma que él tenía 10 años de edad cuando la imagen fue descubierta, y siendo que en la fecha de su testimonio contaba con 93 años, entonces la conclusión del P. Pinedo es que la imagen fue hallada en 1885.
Este testimonio está lleno de contradicciones con la tradición oral antecedente a 1968 (año en que brindó su testimonio). Entre las más notorias contradicciones debo señalar que García Lara ubica erradamente “la herida” que tiene la imagen de Santo Domingo, en el rostro, no en la cabeza. Y que dicha imagen fue llevada por un leñador de nombre Vicente Aburto, a la repisa de su casa, no como dice la tradición a la Iglesia de Veracruz, en Managua.
Sin embargo, en su libro, el P. Pinedo llegó a la conclusión personal de que: “Nadie hasta la fecha, ha podido rebatir fundadamente las diversas señalaciones detalladas por don Julián, repetidas por la prensa local y por los demás medios de comunicación social. Queda pues, como válida la fecha de 1885 como el año en que tuvieron lugar los diversos acontecimientos que dieron origen a esta tradición religiosa-popular Nicaragüense”. Y el error se convirtió en verdad pública.
En mis recientes investigaciones personales, descubrí varios documentos que prueban con claridad meridiana, que las Fiestas de Santo Domingo de Guzmán se celebraban por lo menos 17 años antes de la pretendida fecha del inicio en 1885. Son cinco documentos, publicados en La Gaceta de Nicaragua, Número 35 del año III, correspondiente al 5 de agosto de 1865; 30, 32 y 33, del Año VI, correspondientes al 25 de julio, 8 y 15 de agosto del año 1868, durante el Gobierno de Don Fernando Guzmán. Y la última, corresponde a La Gaceta No. 32, Año XV, del sábado 4 de agosto de 1877.
Por razones de espacio, no voy a extenderme, pero a las personas interesadas les sugiero la lectura de mi artículo completo publicado en la última Revista de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.
Transcribo a continuación, tres documentos publicados en La Gaceta del año 1868 (¡17 años antes de la falsa fecha del hallazgo!):
“El vecindario de esta capital se prepara a celebrar las fiestas de Santo Domingo, que comienzan el 1ª del próximo agosto. Parece que serán mui brillantes, no obstante que la ciudad acaba de salir del azote de la fiebre amarilla. Los que concurran podrán estar seguros de pasar diez días agradabilísimos. La presencia del Supremo Gobierno, que para ese tiempo habrá regresado de Granada, contribuirá a hacerlas aún más lucidas”. (La Gaceta de Nicaragua Número 30, del sábado 25 de julio de 1868).
“Revista de Noticias. Centro América. Interior de la República: En la capital, las fiestas de Santo Domingo se están celebrando con mucha alegría; a tal punto que no parece, que hace tan sólo algunos días, la muerte se cernía sobre ella, bajo el aspecto de la terrible fiebre amarilla”.
(La Gaceta de Nicaragua, Número 32, del 8 de agosto de 1868).
“El lunes concluyeron las fiestas de Santo Domingo, con el acostumbrado y alegre paseo a las sierras, de los devotos que acompañan a la imagen del santo a la ermita, en donde queda lo restante del año. Las fiestas tuvieron mucho brillo, y hubo en ellas grande concurrencia de los pueblos vecinos. Se ha notado con satisfacción, que durante todas ellas, no hubo que deplorar ningún acontecimiento desagradable, reinando siempre el mejor orden, aunque en medio de la mayor alegría”. (La Gaceta de Nicaragua, Número 33, del 15 de agosto de 1868).
¿Y la fecha exacta del hallazgo y el inicio de la tradición? Todavía no lo puedo afirmar con categoría de ciencia, pero es probable que esté próxima a la Independencia de Nicaragua y se vincula al Obispo Nicolás García y Jerez, último Obispo de la Colonia Española, que pertenecía a la Orden de Predicadores, la misma que fundó Santo Domingo de Guzmán. Sobre esto, platiquemos en otro momento.