España hizo el aviso público que se hará "una revisión general" de su red ferroviaria para asegurar la mejoría de la seguridad, después del accidente que el 24 de julio causó 79 muertos en Santiago de Compostela, que incluirá hacer cambios de velocidades máximas y la señalización en vías.
"Se está llevando a cabo una revisión general de todos los protocolos y todos los sistemas, así como de los cuadros de velocidades" máximas autorizadas, "como consecuencia de la auditoría que solicité el 25 de julio", afirmó la ministra de Fomento, Ana Pastor, ante una comisión parlamentaria.
"Cuando digo de toda, es de toda la red ferroviaria", insistió. "Se está analizando la red y conforme al análisis se van a ir tomando las decisiones que se entienda que mejoran la seguridad" de los ferrocarriles españoles, agregó. El Gobierno y los responsables de la red ferroviaria hacen un mayor esfuerzo por garantizar su seguridad en un momento en que el país compite por vender su sistema de alta velocidad a Brasil.
Una investigación judicial intenta entender cómo el tren de Santiago descarrilló a 179 km/h en una curva muy pronunciada donde la velocidad se limitada a 80 km/h, justo después de que el maquinista mantuviese una conversación telefónica con el interventor del convoy. El accidente, que dejo un saldo de 79 muertos y cerca de 180 heridos, se produjo en un tramo donde la vía, hasta ese momento de velocidad alta, se transformaba en convencional y sin sistema de frenado automático. El maquinista fue imputado de homicidio por imprudencia.
Las mejoras anunciadas por la ministra incluyen "revisar los cuadros de velocidades máximas de todas la líneas con análisis de escalonamiento de velocidades", así como "los criterios de variación de las velocidades máximas". Se prevé asimismo "revisar la señalización en vía en las líneas (...) que no estén avisadas con otro tipo de señales", explicó Pastor. Esto "se haría con cartelones de anuncio de cambio de velocidad y de anuncio de inicio de esa velocidad", precisó.